Inversiones en energías renovables

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El cambio climático tiene diversas consecuencias a nivel global. Como refleja el último informe del IPCC AR5, las altas emisiones de CO2 por la utilización de combustibles fósiles (entre ellos, el carbón, el petróleo y el gas natural) y la destrucción de bosque nativo, junto a otras emisiones, han incrementado el efecto invernadero y, por consiguiente, existe la posibilidad del aumento de la temperatura media en casi 5°C. Para detener esta tendencia, es necesario descarbonizar el sistema energético. Por eso, en este último tiempo, el crecimiento en la inversión en energías renovables ha sido notable. Un cambio de modelo que deje atrás los combustibles fósiles en favor de las energías renovables es sumamente necesario.

Inversiones

Muchos se preguntan, en rigor, ¿qué es invertir? Pues bien, las inversiones se basan en la dedicación de recursos con el fin de obtener beneficios. Según el índice RECAI, España se ubica entre los diez países más atractivos para invertir en energías renovables. La certidumbre en la regulación del sector y la planificación del sector energético a medio plazo, luego de la Ley de Cambio Climático y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima a 2030, explican la mejora indiscutible del mercado español. El aumento de la inversión y el apoyo gubernamental mediante políticas públicas han permitido colocar al sector de las energías renovables en el camino del crecimiento.

Los productos financieros disponibles en este momento son varios. Entre ellos se incluye la renta variable (acciones), la renta fija (bonos verdes), los fondos de inversión y el crowdlending. Para invertir en acciones es necesario buscar empresas que apuesten completamente por estas nuevas energías renovables. Mediante la renta variable, es posible ser dueño de una pequeña participación de la compañía, y obtener dividendos. Las compañías son muchas: desarrolladoras, constructoras, productoras de placas fotovoltaicas, y muchas más. Holaluz (HLZ), Greenalia (GRN), Solaria (SLR), Soltec Power Holdings (SOL) son algunos ejemplos de aquellas que cotizan en bolsa.

La inversión de renta fija es ideal para las personas que desean cobrar intereses periódicamente, sin necesidad de arriesgar demasiado dinero. Los bonos verdes tienen como destino el financiamiento de proyectos vinculados a las energías renovables, eficiencia energética y transporte limpio. Deben estar en línea con los Green Bond Principles (GBP), que promueven la integridad de este tipo de bonos. Además, pueden ser emitidos por instituciones tanto públicas como privadas, como por ejemplo, BBVA, Comunidad de Madrid, Instituto de Crédito Oficial, entre otras.

Otra opción de inversión es hacerlo en un fondo o ETF, de gestión activa o pasiva. Los fondos de gestión activa deciden las inversiones según el análisis y las capacidades del equipo gestor. En cambio, un ETF debe su referencia a un índice. Esto quiere decir que las decisiones dependen del mercado. Algunos fondos de gestión activa son BNP Energy Transition Classic Cap, DPAM INVEST Equities NewGems Sustainable, Nordea 1 – Global Climate and Environment Fund BI EUR, entre otros. En el caso de los fondos indexados, algunos de los más populares en España son Amundi Index MSCI Global Climate Change, Robeco QI Global Developed Sustainable Enhanced Index Equities o Vanguard SRI Global Stock Institutional.

Por último, también existen plataformas que permiten a los pequeños inversores participar de la inversión en energías renovables sin necesidad de invertir mucho dinero, con rentabilidades interesantes.

¿Por qué invertir en energías renovables?

Las inversiones, indudablemente, harán crecer el sector por lo que aumentará el desarrollo y la creación de empleo. Además, las inversiones pueden contribuir a frenar el cambio climático.

Según el estudio “Recuperación económica con renovables”, realizado por Greenpeace España, en un escenario responsable, se podrían crear más de 3 millones de puestos de trabajo ligados a la construcción, y habría un aumento en la producción de más 500.000 millones de euros. Esto implicaría un incremento del 22,7% en producción y 17,7% en empleo, en comparación con 2012.

En definitiva, las inversiones deben enfocarse en la investigación y en el desarrollo de nuevas fuentes renovables, con el fin de limitar el aumento de la temperatura global. La construcción de nuevas centrales renovables pondrá en marcha la economía y en un futuro brindará la posibilidad de obtener energía limpia a un precio justo.