La inflación estadounidense coloca al dólar en máximos y castiga al euro

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Los últimos datos llegados de Estados Unidos en relación con el IPC (Índice de Precios de Consumo) han provocado caídas en el dólar, aunque sigue manteniéndose casi en máximos de 16 meses, y en el euro que va por el camino contrario rozando mínimos de julio de 2020 en su comparación con el billete verde. El repunte de la inflación del país norteamericano ha afectado a ambas divisas aunque de manera difernte, dando alas a la moneda estadounidense el viernes en 95,180, justo por debajo de los máximos de 16 meses registrados en 95,267.

Por contra, la moneda común pierde un 7%, hasta los 1,14 dólares, desde los 1,23 en los que hizo máximos de la crisis del Covid a principios de enero, un nivel no visto desde el año 2018. El motivo principal se debe a los precios de consumo de Estados Unidos, que se situaron en octubre en el 6,2%, por encima del consenso de Bloomberg. La cifra es más de la esperada por la FED (Reserva Federal de Estados Unidos), algo que puede adelantar el calendario que maneja este regulador bancario.

Es por ello que la situación hace pensar a los analistas que la FED subirá los tipos, algo que hace aumentar el atractivo del dólar, siempre apreciado por los inversores como valor refugio. Por lo que los analistas ya esperan que se produzca un primer incremento del precio del dinero en junio de 2022 y otro para diciembre de 2022.

Si el adelanto en la subida de tipos se produce, el Banco Central Europeo (BCE) se quedaría retrasado en el proceso de retirada de estímulo y supondría un incremento del diferencial entre los rendimientos de la deuda en Estados Unidos respecto a los de la eurozona, lo que beneficiaría dólar en detrimento del euros en los próximos meses.

Otro factor a tener en cuenta es el relacionado con los precios de las materias primas y la energía que perjudican fundamentalmente al euro. Aunque los precios de la energía se moderen en el futuro, el impacto en el valor de la moneda puede tener un efecto más duradero, afectando a las exportaciones de la eurozona.

En este sentido, Citi destaca la «erosión de este soporte clave durante los últimos 15 años» y señala la desaceleración del crecimiento económico. En este sentido, la firma de inversión del banco norteamericano indica que «dado que los hogares dedican el 10% al consumo total de energía, y, por tanto, el pico de inflación sin duda afectará a su poder adquisitivo real».