Como si fueran entes vivos, las emisiones de dióxido de carbono provenientes tanto de la construcción como de la vida diaria que se realiza en las viviendas suponen el 38% de emisiones globales de CO2, según la ONU. Esta cifra aumenta si nos centramos en las ciudades. La calefacción y la refrigeración de los edificios siguen generando aproximadamente el 40% de las emisiones mundiales de carbono. Por otro lado, el 50% de las emisiones de las ciudades proceden de edificios, superando al transporte. Pero tanto las nuevas construcciones como los edificios que necesitan rehabilitación se encuentran ahora entre la espada y la pared: renovarse y ser más sostenibles o perder inversión.
Igualmente, el sector inmobiliario tiene mucho trabajo por hacer si quiere llegar a los objetivos planteados para alcanzar Emisiones Cero en 2050, tal y como ha establecido la UE para el año 2050. Pero, según Colliers, el requisito de cumplir estos elementos, sobre todo los referidos a medioambiente y al ámbito social, va a tener un alto coste en los activos inmobiliario. «El parque inmobiliario europeo deberá renovarse durante los próximos 25 años si queremos alcanzar el objetivo de Emisiones Cero en 2050, tal y como ha establecido la UE. Si ponemos esto en contexto, la inversión necesaria equivale a destinar durante esos 25 años el mismo volumen anual de inversión que el que registra toda Europa en el sector inmobiliario: unos 300 mil millones de euros al año. Queda por ver quién deberá asumir estos enormes costes de renovación: inversores, propietarios, gobiernos o la sociedad en su conjunto», señala Alberto Díaz, Managing Director de Capital Markets en Colliers.
Colliers ha establecido esta cifra según la rehabilitación necesaria para cada tipología de activo. En nuestro país, la mayoría de edificios necesitan un nivel de rehabilitación medio para cumplir el objetivo de sostenibilidad, por lo que la cifra final necesaria de inversión según Colliers es de 300 mil millones al año. Pero la problemática que se deriva de estas necesarias reformas es: ¿quién le pone el cascabel al gato? Y aún más: ¿quién paga el cascabel del gato?
Si bien es necesario que tanto gobernantes como empresas privadas se pongan de acuerdo en solucionar esta problemática, y cuanto antes mejor, tanto unos como otros eluden estas responsabilidades. Además, otro de los problemas es quién hará el desembolso económico, si la empresa privada o el gobierno, para convertir los edificios en más sostenibles, cuando supone una inversión de dinero que en algunos casos no tiene un retorno.
En la Cumbre del Clima de Glasgow se abordarán las soluciones para el inmobiliario
CUMBRE DEL CLIMA
En la Cumbre del Clima que se está celebrando estos días en Glasgow se abordarán las soluciones que hay que dar para hacer frente a esta problemática. Asimismo, habrá algunas reuniones entre los principales actores, tanto del sector como de los gobiernos para ofrecer la visión de cómo el sector inmobiliario tiene un papel relevante en la lucha contra el cambio climático, al ser responsable de la mayor parte de las emisiones en las ciudades.
Entre los principales directivos presentes en la cita, estarán Sarah Ratcliffe, CEO, Better Buildings Partnership; Caroline Hill, Managing Director, Europe Head of Real Estate ESG, Blackstone; Miles Keeping, Chair, Green Property Alliance; y Stephanie Hyde, CEO, JLL UK. Y entre los principales temas a tratar, el papel del sector financiero y de cómo pueden utilizarse estos instrumentos para movilizar el capital y aumentar la inversión en la descarbonización de los edificios comerciales.
EDIFICIOS VERDES
El hecho es que los edificios sostenibles o verdes consumen entre un 29 y un 50% menos de energía y un 40% menos de agua. Esto se traduce en una menor emisión de dióxido de carbono, de entre un 33% y un 39% y entre un 50 y un 70% menos de residuos sólidos. Estas reducciones de las emisiones son gracias a soluciones eficientes, como instalación de iluminación LED inteligente, elementos de calefacción, ventilación y aire acondicionado eficientes. A su vez, todo esto redunda en un menor gasto en servicios públicos.
Por otro lado, y en cuanto al valor del inmueble, las soluciones energéticas hacen que dichos edificios verdes conserven más su valor a lo largo del tiempo. Incluso en algunos casos son más atractivos para posibles inquilinos e inversores. La acreditación de sostenibilidad de los edificios ecológicos también se ha vinculado a un aumento de los alquileres y los precios de venta, según el World Green Building Council.