Ha llegado la hora de la jubilación y disfrutar no solo de tu descanso, sino de la pensión bien merecida por toda una vida de trabajo. Sin embargo ¿piensas que con la jubilación terminan tus obligaciones con Hacienda? Craso error. Desprendiéndose de la norma general de que todos los ciudadanos están obligados a presentar la declaración de la renta, los pensionistas tienen que declarar el IRPF por su pensión pública. Pero eso no es todo, también han de hacerlo por la privada proveniente del plan de pensiones.
1Pensiones sujetas a retención
Una pensión no deja de ser una nómina. Y las nóminas han de tributar. Tal y como ha anunciado el gobierno, la de los pensionistas subirá este año. Los jubilados y otros benefactores de pensiones públicas verán su paga incrementada en un 0,9% su prestación a partir de ahora. Esta subida supondrá que, de media, los pensionistas cobrarán alrededor de nueve euros más.
La mayoría de las veces las pensiones públicas están sujetas a retenciones en la renta. Estas suelen considerarse como un rendimiento de trabajo a efectos del IRPF.
Esto quiere decir que, excepto algunas excepciones, como ya hemos indicado, habrá que tributar a Hacienda por estas prestaciones.