La crisis del gas resucita al carbón: As Pontes (Endesa) sale del letargo

La central térmica de As Pontes hace acopio de carbón pese a que Endesa no quiere quemar más este combustible fósil para generar electricidad. El primer cargamento de 20.000 toneladas llegó al puerto de Ferrol la semana pasada, pero no será el único. A la espera de recibir la autorización de cierre de la planta, a mediados de diciembre llegarán, también por mar, otras 100.000 toneladas (tn). La crisis del gas aumenta la competitividad del carbón. Y ante la previsión de un crudo invierno por los precios disparados del gas, el sistema eléctrico vuelve su mirada al carbón como aliado fiable en picos de demanda de electricidad.

Para ser precisos, Red Eléctrica, el regulador del sistema, cuenta con las centrales de carbón que todavía no tienen previsión de cierre inmediato. Esto es lo que obliga a As Pontes a reactivarse y estar preparada frente a un eventual regreso del carbón.

Mientras que para Endesa se trata de una situación coyuntural, necesaria para aportar seguridad al sistema, y no se prolongará más allá del 31 de diciembre, los mercados a futuro del gas no dicen lo mismo. Todo parece indicar que el problema va a persistir los meses más duros del invierno, enero, febrero y, probablemente, marzo. Pero para entonces la orden de cierre de la central podría haber llegado, por lo que no se planifica más allá de final de año.

Fuentes consultadas por MERCA2 explican que este ocasional regreso a la generación con carbón obedece al cumplimiento estricto de la regulación vigente. En tanto en cuanto la planta no tenga la orden de cierre concedida, debe estar disponible para entrar en operación y debe ofertar todos los días generación con carbón, si bien hasta que se dispararon los precios del gas en el pool, el carbón no resultaba competitivo, y no entraba en el sistema.

Tras la llegada de las penúltimas 20.000 tn, sumadas a la reserva de 42.000 tn de las que se disponía, la previsión es que la térmica entre en operación con uno de sus grupos de generación para mediados de noviembre.

La cantidad de combustible anunciada para los próximos meses sería suficiente para alimentar uno de los dos grupos generadores, todavía en disposición de operar de la central, y con un objetivo de funcionamiento hasta el 31 de diciembre. El final de año es el horizonte con el que trabaja Endesa, a la espera de que llegue la autorización de cierre de la térmica, que sigue su proceso.

Al ritmo al que se suceden los acontecimientos en torno al mercado energético -con una elevada demanda global de gas a un precio desorbitado y con uno de los gasoductos con origen en Argelia cerrado- los trabajadores de As Pontes calculan también el 15 de noviembre como fecha de inicio de la operación.

De hecho, las negociaciones abiertas entre el comité de empresa y la dirección se centran en reforzar la plantilla con parte de los trabajadores recolocados, si bien ya estaba contemplada la vuelta de operarios para poder quemar esas cerca de 40.000 toneladas de reserva.

De hecho, el parón previsto en las centrales nucleares a partir de noviembre, -finalmente será escalonado- supondrá 3.000 MW menos. Además, el conflicto de Argelia y Marruecos dejará esa única línea de suministro de gas abierta a España, desde el país norteafricano.

Tras la llegada del primer cargamento de carbón a Galicia, la responsable de la terminal portuaria de Endesa en Ferrol, Ana Belén Paz, aseguraba que la eléctrica «compra carbón para completar las reservas que ya tiene y, de esta manera, estar en disposición de atender a las necesidades del mercado».

También reseñaba que, en paralelo, «la compañía sigue tramitando el cierre de la central térmica, pero mientras no se produzca de manera oficial, permanece disponible para cooperar y satisfacer el requerimiento del mercado y de la regulación del sistema eléctrico nacional». Porque, una vez concedida la autorización de cierre, significaría que la central no estaría disponible para el sistema, porque red eléctrica no cuenta con ella.

LA COYUNTURA DEL CARBÓN CUESTIONA LA POLÍTICA ENERGÉTICA

Para Endesa, la reactivación de la central gallega no supone un punto y aparte en su hoja de ruta, sino un punto y seguido para el cierre del carbón que sigue encima de la mesa pese a que, precisamente en la coyuntura actual, la generación con carbón es más barata que con gas. El principio competitivo por el que el precio de la generación eléctrica con carbón era más caro que el coste a partir de gas, ahora no se cumple.

El hecho de recurrir al carbón como fuente de energía pone de manifiesto la necesidad de una política energética acorde con los recursos disponibles en España, que reduzca la elevada dependencia exterior, y con objetivos realistas ante la ausencia de almacenamiento energético disponible para la generación renovable, tal y como manifiesta a MERCA2, el secretario de organización de UGT FICA Endesa Galicia, Marcos Prieto.

«Cuando un país soporta toda su generación (electricidad de respaldo) en un combustible que no posee, como es el caso del gas que llega de Argelia o Rusia, estos episodios son más que previsibles», afirma Prieto. Además, «si nos apoyamos en el gas porque contamina poco pero tenemos que traerlo por transporte marítimo que es mucho más caro y altamente contaminante, la transición energética, ni es justa, ni es ecológica», apunta.

crisis gas resucita carbon as pontes Merca2.es
Puerto de Ferrol, llegada de carbón para la central térmica de As Pontes (Endesa)

Y, por descontado, otras de las cuestiones que se ponen en evidencia en el proceso hacia un modelo energético más sostenible y respetuoso con el planeta es que «antes de cerrar estos centros productivos, que además cumplen con la normativa europea, deberían estar implementadas las alternativas renovables que los sustituyan», añade Prieto que recuerda también aquella inversión de unos 220 millones de euros de Endesa para adaptar la planta a la normativa europea de emisiones hace solo tres años.

«Para suplir 1.400 MW de potencia en As Pontes, estaban previstos en Galicia 900 MW de Endesa y EDP de aerogeneración, plantas de hidrógeno de 100 MW, plantas de cogeneración de 50 MW de potencia… En definitiva, lo que se busca es un mix energético que nos permita sustituir con garantías la central térmica, pero las alternativas deberían estar construidas antes de cerrar el carbón, porque si se depende de una única fuente de energía, siempre habrá alguna incidencia», afirma Prieto.

El suministro de gas a España se ha complicado en el peor momento: el gasoducto Magreb-Europa se cerró este domingo y a partir de ahora Argelia seguirá mandando gas a España, como estaba acordado, pero lo hará solo por el gasoducto submarino de Medgaz, que conecta en la península por Almería, y por barco en forma de gas natural licuado.

Pero, «¿y si hubiera un fallo técnico en el flujo a través del tubo que conecta con Almería?», plantea Prieto y recuerda: «nada es infalible y, menos aún, cuando dependes solo de un combustible», concluye.

En otros países encontramos ejemplos de la implementación gradual del nuevo modelo energético «al ser incapaces de abastecerse de gas, Australia ha cerrado la exportación de carbón y está abriendo térmicas cuando aquí se están cerrando», apunta el representante de los trabajadores.

Por otro lado, «China sigue quemando cantidades ingentes de carbón, por lo que, aunque dejáramos de consumir combustibles fósiles en Europa, China y los países emergentes seguirán usándolos, emitiendo carbono y contaminando».

«Nadie cuestiona la descarbonización, una realidad necesaria para el futuro del planeta, lo que se cuestiona aquí es el ritmo de implementación, la necesidad de avanzar en investigación sobre almacenamiento energético y tecnologías renovables que resulten competitivas y, sobre todo, de evitar cierres antes de tener alternativas propias de generación de energía», reclama el técnico de la planta de As Pontes.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.