Cuando hablamos de activo refugio nos referimos a aquellas inversiones que en épocas de incertidumbre, con aumento en el nivel de riesgo, pueden mantener la estabilidad o incrementar sus cotizaciones. Pues esto es lo que está pasando con el sector inmobiliario. A la espera del desarrollo de la Ley de Vivienda y del “tapering”, la incertidumbre acerca de una posible inflación estructural ha impulsado la compra de vivienda como activo refugio con el que protegerse ante la pérdida de poder adquisitivo. El EAE Business School ha publicado el estudio “El mercado inmobiliario post Covid 19.¿Inversión rentable o nueva burbuja?”, del profesor de la misma institución, Juan Carlos Higueras. En él se extrae que la evolución de los precios de la vivienda nueva ha sido superior al de la vivienda de segunda mano y a la media general.
GRIETA ENTRE LA VIVIENDA NUEVA Y LA DE SEGUNDA MANO
Al finalizar el estado de alarma, se originó una “importante brecha”, entre vivienda nueva y de segunda mano. Los niveles de crecimiento del 7,5% y 8,2% frente a la vivienda usada, que mostraba aumentos del 0,8% y 0,4%, respectivamente.
Según el estudio, aún no se han recuperado los niveles de precio que había en el tercer trimestre de 2007, en plena burbuja inmobiliaria. En aquel entonces, el IPV alcanzaba un valor general de 151,7 frente al valor de 130,9 del segundo trimestre de 2021. Sin embargo, desglosado por tipo de vivienda, los resultados están por debajo. En el caso de la nueva, el índice del segundo trimestre de 2021 es de 141,1 mientras que en el tercer trimestre de 2007 era de 132,5, casi diez puntos menos que en la actualidad. “Este dato pone de manifiesto que el precio de la vivienda nueva se ha recuperado y superado los niveles históricos”, señala Higueras. En el caso de la vivienda de segunda mano, aún queda “un gran diferencial” de 40 puntos, ya que el valor del IPV fue de 169,3 en el tercer trimestre de 2007 y 129,5 en el segundo trimestre de 2021.
“El aumento de los precios de la vivienda es consecuencia del freno en la construcción de nueva vivienda, de la menor disponibilidad de oferta de segunda mano, de los bajos tipos de interés y la elevada inflación que están empujando a los inversores profesionales hacia el sector inmobiliario”, explica Higueras.
COMPRAVENTA DE VIVIENDA EN 2020 Y 2021
Las operaciones de compraventa de vivienda nueva han aumentado a mayor velocidad que la usada, haciéndolo en más de un 40% durante el primer trimestre de 2021 en términos interanuales. “Esta situación pone de manifiesto que el mercado de la vivienda está creciendo de forma sólida a pesar de la pandemia y de la fuerte caída de la economía española, posiblemente por la mejora de la confianza y expectativas de la economía, que podrían estar favoreciendo a una reactivación de la demanda de vivienda nueva, aderezada por el cambio de hábitos de algunas familias que tras la pandemia y el teletrabajo están apostando por viviendas de mayor superficie en zonas más residenciales y en las afueras, lo que estimula la construcción de viviendas familiares en zonas que tradicionalmente eran menos interesantes”, explica Higueras.
La compraventa de vivienda ha ido creciendo a buen ritmo. En marzo de 2021 alcanzaba los niveles prepandemia, y en junio de 2021, llegaba a los máximos de 2019. Con datos del mes de junio de 2021, el estudio concluye que el número de compraventas de fincas ha aumentado un 82,5% respecto al mismo mes de junio del pasado año. Esto representa un incremento acumulado anual del 39,3%.
Durante 2020, el efecto del coronavirus se presentó con evidentes caídas generalizadas en la venta de pisos (7,9%). En el caso de las viviendas unifamiliares, el retroceso solo fue del 3,1%.
La compraventa de vivienda alcanzó niveles prepandemia en marzo y los máximos de 2019 en junio
A LA ESPERA DEL «TAPERING» Y LA LEY DE VIVIENDA
El Gobierno ha aprobado este martes en Consejo de Ministros la nueva ley de vivienda, uno de los mayores asuntos del pacto entre PSOE y Unidas Podemos a la hora de cerrar el gobierno de coalición. Esta ley incluirá la regulación de los precios de alquiler en las zonas tensionadas e impondrá un recargo del IBI del 150% a las viviendas vacías. Además, se creará un bono de 250 euros mensuales para facilitar que los jóvenes puedan independizarse. La evolución de esta ley y la retirada de estímulos monetarios por parte del BCE podrían llegar a poner en riesgo el crecimiento del mercado inmobiliario, tanto en alquiler como compraventa. “Muchos inversores van a pensarlo dos veces antes de invertir en vivienda, ya sea para alquilar como en una segunda o tercera residencia con la que canalizar el ahorro y acumular patrimonio”.
Igualmente, la posible obligación de reservar el 30% de las nuevas promociones para vivienda social y dedicar al menos el 15% a alquiler, “va a condicionar el ritmo de evolución en la construcción de vivienda nueva”.