Las relaciones laborales ya no son lo que eran, han evolucionado mucho gracias a la tecnología y esto ha permitido a las personas con espíritu emprendedor encontrar nuevas opciones para ganarse la vida. Estamos en la era de la economía gig.
Ahora para trabajar por cuenta propia ya no hace falta contar con una gran infraestructura. Un profesional con un ordenador puede prestar sus servicios en diferentes empresas sin tener siquiera que desplazarse.
10No todo es positivo
A pesar de sus ventajas y de su rápido avance, también es importante valorar que no todo es positivo en esta nueva forma de trabajar. Y los más perjudicados son precisamente los freelance.
Porque están en un entorno muy competitivo en el que muchas veces tienen que bajar sus precios más de lo que sería recomendable y, además, no cuentan con la misma protección social que un asalariado. Por ejemplo, no tienen derecho a vacaciones pagadas.