La prohibición para los autónomos de despedir se amplía hasta 2022

Desde que comenzó la pandemia se han aprobado diferentes medidas de ayuda a los autónomos pero, a cambio, también se ha pedido a estos profesionales que hagan un esfuerzo extra y no recurran a despedir a sus empleados cuando tengan problemas. Hace ya meses que está en vigor, para los autónomos que se han acogido a los ERTE, la prohibición de practicar despidos de sus empleados si la causa es la crisis derivada de la pandemia de Covid-19. Ahora, el plazo se ha ampliado. Nueva prórroga para los ERTE y el cese de actividad Tras semanas de negociaciones, hace unos pocos días el Gobierno y los agentes sociales han llegado a un acuerdo para prorrogar tanto los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo como la prestación por cese de actividad. Ambas medidas van a estar en vigor hasta el próximo 2022. A cambio, los autónomos se han comprometido a intentar mantener el nivel de empleo tal y como lo han venido haciendo hasta ahora. Prohibición de despedir por la crisis del Covid-19 Aquellos autónomos que se han acogido a la medida de los ERTE se comprometen a mantener los niveles de empleo en su negocio durante los próximos meses. Si no lo hacen así, tendrán que devolver la cantidad de dinero que se hayan ahorrado al tener a su plantilla en ERTE. Al prorrogarse el plazo de vigencia de los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo también se ha ampliado el plazo durante el que estará vigente la prohibición para los empleadores de despedir si la causa es la crisis derivada de la pandemia. ¿Hasta cuándo se mantiene la prohibición de despedir? Originariamente la prohibición acababa el pasado 30 de septiembre pero, al haberse aprobado la prórroga de los ERTE, se ha ampliado también el plazo de duración de la medida. Ahora estará en vigor, como mínimo, hasta el 28 de febrero de 2022. Hasta ese momento no se puede rescindir un contrato alegando una fuerte caída de ingresos a causa de la situación generada por la pandemia. Pero, en ningún caso, se prohibe el despido por otras circunstancias que no estén relacionadas con la pandemia. Despido por causa de la Covid-19 Para entender esto mejor, conviene aclarar qué se entiende por despido a causa de la Covid-19. Aquí se engloban todas aquellas de extinciones de contratos por voluntad del empleador que tengan su razón de ser en la crisis originada por la pandemia. Esto quiere decir que el despido no se puede fundar en causas de fuerza mayor, causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Salvo en aquellos casos que estas ya existieran antes de la pandemia. ¿Qué ocurre si se incumple este mandato? Si un autónomo o cualquier otro empleador procede a despedir a uno de sus trabajadores fundando su decisión en la mala situación que está atravesando a causa de la pandemia. Si el trabajador recurre, tendrá que hacer frente a dos posibles situaciones. O bien los tribunales consideran que el despido es improcedente, en cuyo caso hay que readmitir al trabajador o aumentar la cuantía de su indemnización. O bien el despido se declara nulo y hay que readmitir al trabajador y pagarle los salarios de tramitación desde la fecha de la extinción del contrato de trabajo, así como sus cotizaciones a la Seguridad Social. La obligación de devolver las ayudas Además de lo anterior, si el autónomo no cumple su compromiso de mantener los niveles de empleo en su negocio, puede tener problemas con la Seguridad Social. Porque tendrá que abonar esas cantidades de los seguros sociales de sus empleados de las que ha quedado exonerado por estar estos en un ERTE. Y no se exige solo la devolución de las cotizaciones del trabajador despedido, sino la cuantía equivalente a las exoneraciones de cotización de todos los empleados que han estado en el Expediente. ¿En qué casos sí se puede despedir? La normativa no prohibe el despido en absolutamente todos los casos. Los empleadores siguen teniendo la libertad de poner fin al contrato de sus empleados si hay causas objetivas que así lo justifiquen, siempre que no tengan que ver directamente con la pandemia. Por otro lado, tampoco hay ningún problema a la hora de llevar a cabo un despido si este se funda en razones disciplinarias. Por ejemplo, si el trabajador acumula múltiples faltas no justificadas al trabajo o si está disminuyendo voluntariamente su rendimiento. Prórroga de los ERTE Todo esto que estamos viendo trae causa de la nueva prórroga de los ERTE, que estará en vigor hasta el 28 de febrero del próximo año. En realidad, lo que se ha hecho es prorrogar los ERTE actuales hasta el 31 de octubre y aprobar nuevas modalidades en vigor desde el 1 de noviembre. Aquellos empleadores que deseen mantener el ERTE en su negocio, o acceder a él, deberán solicitarlo a la autoridad competente en materia laboral a partir del 1 de noviembre. También se prorroga el cese de actividad La prórroga de los ERTE no es la única que se ha aprobado para intentar hacer más llevadera la situación a los más de 200.000 autónomos que todavía no han podido recuperar su ritmo normal de trabajo. Se ha optado por prorrogar las ayudas de cese de actividad hasta el 31 de enero de 2022. Además, se ha aprobado una nueva modalidad de ayudas destinadas en exclusiva a los autónomos de La Palma. ¿Las últimas ayudas? Aunque no hay confirmación oficial, los expertos creen que podríamos estar ante la última extensión de estas ayudas, puesto que en la mayoría de los sectores la recuperación ya ha comenzado. Con las restricciones desapareciendo paulatinamente, es de esperar que en los próximos meses los autónomos puedan recuperar su ritmo de facturación habitual.

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También se prorroga el cese de actividad

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