El rebozado da otro sabor y carácter a muchos alimentos que son poco atractivos preparados de otra manera, como por ejemplo el caso del calabacín empanado, o las deliciosas y queridas croquetas. Gracias a esa cobertura crujiente que le da la fritura, el alimento cambia totalmente, volviéndose mucho más atractivo.
El problema es que ese rebozado debe quedar perfecto, con el grosor adecuado, y que no se rompa al freír, algo que no es tan sencillo como puede parecer en un principio. Al menos no lo es si no cuentas con estos consejos para conseguir tempuras de verdura perfectas…
8El rebozado del calabacín

Ahora es el turno de uno de los procesos más críticos del rebozado. Primero se deben escurrir bien los calabacines, y pasarlos a un trozo de papel absorbente para que queden secos.
Después se pone un poco de harina en un plato, otro plato con huevo batido, y otro con pan rallado o la alternativa elegida. Pasa los trozos de calabacín en harina-huevo-pan rallado, en ese orden. Si quieres aumentar el grosor del empanado, puedes repetir el proceso dos veces.