El Corte Inglés sondea el modelo hotelero. El negocio del alojamiento turístico podría representar la salida más rentable a algunos de los edificios en los emplazamientos más emblemáticos del grupo de grandes almacenes. La visión estratégica de la firma para los próximos años se sustenta en tres pilares: la digitalización, la diversificación y la rentabilidad de los inmuebles. Precisamente esta tercera vía está en proceso de estudio. Dos edificaciones de Goya y Conde de Peñalver en Madrid se proyectan como la prueba piloto del primer hotel de El Corte Inglés.
La búsqueda de El Corte Inglés de usos rentables para activos inmobiliarios con el objetivo de frenar la crisis del retail tras el Covid-19 comienza a dar frutos. El sector turístico podría ser el elegido para dotar de actividad a sus inmuebles. Aunque todavía no está cerrado el proyecto, la compañía plantea promover su primer hotel en Madrid, en el distrito de Salamanca, donde habría comprado dos edificios con una inversión de 6,8 millones de euros, para desarrollar un complejo de cuatro estrellas y 113 habitaciones.
El nuevo complejo hotelero dispondrá de 1.200 metros cuadrados, según publica El Confidencial. La idea es que ambos inmuebles conserven su uso comercial en las plantas bajas y en el primer piso. La inversión destinada al proyecto calculan que será rentabilizada en el plazo de 20 años. Se incluirán a este activo 38 plazas de garaje del aparcamiento subterráneo de Felipe II.
La línea de acción para los inmuebles de El Corte Inglés se asentó en 2020 y se reafirma en 2021
La ciudad elegida para este salto al modelo hotelero se postula como una de las grandes capitales del mundo con enorme potencial turístico todavía por explotar. De hecho, en colaboración público-privada, empresas y administraciones se han puesto manos a la obra para convertir la capital de España en una de las grandes urbes de referencia del sector del lujo a nivel global.
Si los planes salen bien, Madrid podría convertirse en esta década en uno de los principales destinos urbanos del mundo y en la capital europea del lujo. Tiene todos los ingredientes para conseguirlo y también todas las ganas de explotar esta faceta al máximo, por parte de sus representantes políticos.
La profunda crisis en la que ha sumido el Covid-19 al sector turístico representa para las fuerzas económicas de la ciudad una oportunidad de reinventarse hacia un turismo de calidad. La caída turística registrada se percibe año y medio después del cierre de la actividad como un punto de inflexión para escalar hacia un concepto de destino turístico único.
El nuevo Bernabéu se transformará en el epicentro deportivo y cultural de Europa, ya que no habrá un recinto igual en el viejo continente, contribuirá de forma decisiva a hacer de Madrid la capital europea del lujo. El reconocimiento por la Unesco de Paisaje de la Luz al conjunto urbano que transcurre desde el Parque del Retiro al Paseo del Prado, dibujando un itinerario de cinco siglos de historia a su paso, también se suma a la propuesta turística de calidad.
Para conseguir un objetivo tan ambicioso requiere de la implicación de muchos actores del sector en el proyecto. Uno de ellos es el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Desde hace tiempo se está trabajando para conseguir que el aeropuerto madrileño se convierta en uno de los grandes hubs europeos y mundiales, pero para ello debe convertirse en un aeropuerto 360 grados.
PLAN ESTRATÉGICO DE EL CORTE INGLÉS
El Corte Inglés debe modificar su camino hacia el futuro para recuperar su volumen de ingresos. El grupo de grandes almacenes cerró el ejercicio 2020 con unas pérdidas netas antes de provisiones de 445 millones, aunque su Ebitda fue positivo.
El nuevo plan estratégico de la compañía reforzará la digitalización, la rentabilidad de sus inmuebles y la diversificación de su negocio con nuevas filiales más allá de la actividad comercial.
La compañía busca fidelizar a un público joven adaptándose a sus gustos y nuevas modalidades de compra. Pero, tampoco se puede olvidar que El Corte Inglés necesita mantener sus tiendas físicas porque el mayor rango de su clientela pertenece a la clase media, de mediana edad.
Sin embargo, también necesita reenfocar su negocio, buscando una alternativa que le permita rentabilizar sus metros cuadrados. La línea de acción para sus inmuebles ya la asentaron en 2020 y la reafirman en 2021. Pasa por poner en venta o alquiler algunos de sus edificios e instalaciones de uso no comercial por valor de 3.000 millones de euros. Uno de los edificios que ya tiene en régimen de arrendamiento es el situado en el paseo de la Castellana, cuyo inquilino es EY. De esta operación, ECI ingresa alrededor de seis millones de euros al año.