Francesco Starace, director ejecutivo de Enel, sube una vez más su apuesta. El gigante italiano, máximo accionistas de Endesa, ha elevado recientemente sus previsiones de crecimiento en energías renovables. Un movimiento que tiene dos lecturas complementarias. La primera es que refuerza su posición dominante en el sector en Europa. La segunda que es un nuevo desafío que lanza a su gran competidor: Iberdrola. Así, la guerra abierta por la conquista del mercado de ambos gigantes promete ser feroz en los próximos años.
En un principio la batalla de ambos colosos la ganaría la transalpina con cotundencia. Enel es la compañía energética más grande de Europa con un Ebitda, beneficio de explotación, superior a los 18.000 millones. Una posición de liderazgo que quiere reforzar próximamente, de tal manera, que las nuevas estimaciones son que alcance los 21.000 millones en un par de años. Iberdrola, por su parte, se quedaría muy por detrás con una estimación del beneficio de explotación cercana a los 15.000 millones en 2025.
Pero no todo es tan fácil. Las cifras de Ebitda sirven a la perfección para comprender la situación actual de una compañía no de su futuro. En ese punto entra la verdadera batalla entre Enel e Iberdrola, ya que desarrollar más capacidad energética renovable puede ser la llave para disputar ese liderazgo en las próximas décadas. Aun así, la italiana parecería que lleva la delantera, dado que es la que mayor disposición energética limpia tiene del continente, con 45 GW, aunque Iberdrola tiene otro potencial que inquieta a Starace.
EL SECRETO GUARDADO DE IBERDROLA PARA HACER FRENTE A ENEL
Así, cuando se pone la lupa en la capacidad de cada uno se comprueba que Iberdrola le gana a Enel, sin contar las centrales hidráulicas. En concreto, Enel Green Power (EGP) es la mayor empresa europea de energías renovables con 45 GW pero, excluido el agua, sus 18 GW de nueva capacidad renovable, como eólica o la solar, están por detrás de lo que la disposición en dichas tecnologías que mantiene Iberdrola.
Ese escenario es el que ha llevado a Starace a forzar la maquinaria para añadir más producción renovable, eólica y solar, en los próximos años. En concreto, la nueva estrategia apunta a 15,4 GW adicionales de nueva capacidad en energías renovables para 2023, lo que convierte a Enel en «una de las empresas más ambiciosas del sector», según señala Paul Vickars, analista senior de Bloomberg Intelligent.
«Consideramos que la nueva guía es factible, ya que comprende principalmente proyectos eólicos y solares terrestres de bajo riesgo, de los cuales el 60% se encuentra en la etapa final de ejecución, mientras que la capacidad de 5,8 GW está programada para entrar en funcionamiento en 2021″, explica Vickars acerca de la evolución de la compañía italiana. Las nuevas cifras permitirán que el Ebitda relativo a las energías renovables se eleve un 11% anual hasta alcanzar los 6.500 millones de euros en 2023.
Aunque la capacidad en energías renovables no es el único campo de batalla de ambos gigantes. También lo son las redes. También conocido como el negocio de distribución se encarga de la construcción, operación y mantenimiento de líneas eléctricas o subestaciones para trasladar la generación al usuario final. Se trata de un área muy rentable, y muy bien valorada, debido a que supone la entrada de un elevado caudal de efectivo
LA GUERRA DE FONDO: STARACE VS SÁNCHEZ GALÁN
En este apartado Enel lleva cierta delantera a Iberdrola. Así, las redes de la italiana son las más rentables de Europa. El segmento de distribución genera un Ebitda de casi 8.000 millones de euros y el objetivo es que crezca al 5% anual durante los dos próximos años. Un crecimiento apoyado, principalmente, por la expansión de la firma en América Latina un territorio donde ya ha chocado con Iberdrola en otras ocasiones. De hecho, ambas batallaron por comprar la brasileña Electropaulo que finalmente engordó las cifras de la transalpina.
Las guerras en materia de adquisiciones también pueden intensificarse entre una y otra en los próximos años. Aunque más allá de los muchos campos de batalla en los que chocarán una y otra existe otro enfrentamiento, menos evidente, pero más belicoso entre el propio Starace e Ignacio Sánchez Galán, el hombre que condensa todo el poder en Iberdrola. Unas figuras que se están disputando el trono energético europeo con armas (personalidades) muy distintas.
Así, el italiano no encaja en la definición propia de un director ejecutivo de la firma energética más importante de Europa. Starace destaca por un carácter pausado y soñador, quiso convertir las centrales de carbón de Enel en museos y galerías de arte, explican aquellos que lo conocen. Unas cualidades moldeadas tras décadas de lectura apasionada de poesía, mientras Sánchez Galán si encaja con ese perfil de tipo serio y brusco. Una locomotora que no es capaz de para, dicen los que le conocen, que se lleva por delante todo aquello que se pone en su camino.
En definitiva, ambos colosos siguen moviéndose para posicionarse dentro de su batalla particular. Una guerra que se prevé larga en el que Enel ha hecho el último movimiento. ¿Contratacará Iberdrola con una nueva guía de desarrollo de renovables?