Norges Bank da un golpe en la mesa con Repsol y escala hasta el podium en su accionariado

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El fondo soberano de Noruega, Norges Bank, ha afianzado su confianza y apuesta por Repsol y ha subido su participación en el capital de la energética por encima del 3%, convirtiéndose en uno de los principales accionistas. De esta manera, ha aumentado su presencia en la petrolera hasta el 3,03%, tras adquirir un 0,413% de su capital, según se recoge en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

De esta participación, el fondo noruego posee un 0,092% de Repsol a través de colaterales, mientras que el 2,939% restante es de manera directa. Así, Norges Bank se posiciona en el ránking de los cinco máximos accionistas de Repsol.

COMPROMISO CON EL CAMBIO CLIMÁTICO

Norges Bank es el banco central de Noruega. Además de contar con las responsabilidades tradicionales de los bancos centrales como la emisión de moneda, la estabilidad financiera y de precios, administra el Government Pension Fund of Norway, el fondo soberano de inversión más grande del mundo. 

El fondo soberano es uno de los más exigentes en cuanto al compromiso con el cambio climático en sus políticas de inversión. Hace dos años, Repsol se convirtió en la primera compañía de su sector en asumir el objetivo de ser un grupo cero emisiones netas en 2050. Además, a finales del pasado mes de julio, la multi energética informó acerca de querer impulsar aún más rápido su apuesta por las renovables y el hidrógeno verde. 

Norges Bank es la quinta mayor accionista de Repsol, por detrás de Sacyr, JP Morgan, Blackrock y Amundi Asset

Si tenemos en cuenta todo esto, no es de extrañar que Norges Bank haya querido elevar su participación en la firma petrolera. Una participación con la que se coloca en el quinto puesto de los máximos accionistas de Repsol, tan solo por detrás de Sacyr, que posee una participación del 8,2%, JP Morgan (con el 6,5%), Blackrock, que ha elevado también su posición en los últimos días hasta el 5,194%, y Amundi Asset, con un 4,5%.

CAMINO HACIA LA DESCARBONIZACIÓN

Repsol fue la primera compañía en asumir el compromiso de alcanzar cero emisiones netas en 2050. Siguen trabajando con la aspiración de limitar a 2 grados centígrados el incremento de la temperatura media global del planeta, alineados a los objetivos Cumbre de París y los de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. La energética presidida por Antonio Brufau, elevó su objetivo a los de 8,3 gigavatios, frente a los 7,5 que anunció el pasado noviembre, cuando lanzó su nueva “hoja de ruta”.

Esta subida de más del 10% en sus objetivos en generación baja de emisiones es una de las patas básicas en la planificación de la empresa hacia el camino de la descarbonización. Para ello se sustenta en las expectativas de la energética de crecimiento en renovables. Así, en energías ‘verdes‘, la compañía acelera su meta hasta los 6 GW, aumentando en 800 megavatios (MW) los 5,2 GW previstos en su plan estratégico.

Por otra parte está la cuestión del hidrógeno verde, señalado por el grupo como otro de los elementos más esenciales para la descarbonización de la industria. En este ámbito, aspira a situarse a la cabeza en la Península Ibérica. Incrementó también sus objetivos a 2025 hasta los 550 MW, frente a los 400 MW marcados anteriormente, y prevé superar los 1,9 GW en 2030. Esto se traduce en casi un 60% más de producción con esta tecnología de los 1,2 GW señalados en su plan estratégico.