Las claves de BlackRock para una cartera contra los riesgos climáticos

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El tiempo de los inversores se acaba. No podemos mirar para otro lado en cuanto a los efectos del cambio climático en las carteras. En lo que va de año, el mundo ha experimentado numerosos fenómenos climáticos de gran magnitud. En consecuencia, se ha abierto un debate alrededor de los efectos del cambio climático y los riesgos que estos suponen para las carteras. BlackRock, opina que los inversores deben empezar a posicionar sus carteras desde ya. Según el comunicado, “los inversores deberían dejar de considerar la transición hacia unas economías de bajas emisiones como un acontecimiento lejano, ya que está ocurriendo aquí y ahora”.

HAY QUE REDUCIR EMISIONES

En el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas se confirma la rapidez del calentamiento global. El documento indica que las emisiones de gases de efecto invernadero originadas por las actividades humanas son las culpables del calentamiento de las temperaturas medias en el mundo desde el siglo XIX. Además, señalan que esto continuará así durante una buena temporada si no hacemos nada inmediatamente por impedir drásticamente las emisiones. El IPCC aún tiene un atisbo de esperanza. Creen que si llevamos a cabo un esfuerzo coordinado se podría lograr las cero emisiones netas para 2050. “Nuestros supuestos de rendimiento con consideraciones climáticas asumen una transición exitosa a una economía de bajas emisiones en consonancia con los objetivos del acuerdo de París, y eso mejorará las perspectivas de crecimiento y de los activos de riesgo en comparación con no hacer nada”.

“los inversores deberían dejar de considerar la transición hacia unas economías de bajas emisiones como un acontecimiento lejano, ya que está ocurriendo aquí y ahora”.

Según el informe, los campos como la tecnología y la atención sanitaria, los que mejor afrontan el cambio climático,serán a la larga los más favorecidos. Por lo contrario, los sectores con grandes emisiones de carbono y menos capacidad de adaptación, como la energía o los servicios públicos, se prevé que poco a poco se queden atrás.

La sociedad cada vez pone más la visión en el cambio climático. No es de extrañar, ya que en los últimos años se han multiplicado los desastres naturales y fenómenos extremos. Olas de calor que antes se producían cada 50 años ahora lo hacen cada 10, y a partir de ahora cada 6. De aquí a septiembre de 2022, la Organización de Naciones Unidas tiene entre manos publicar cuatro informes. Este es uno de ellos. Los otros se enfocarán en el impacto del cambio climático en la sociedad y en los sistemas naturales, así como en las claves para poder obtener las emisiones netas.

TEMOR PARA LOS INVERSORES

Gracias a esto, el riesgo climático ha empezado a ocupar un lugar importante en la lista de los temas clave de los inversores. Por una parte, hay que tener en cuenta los riesgos físicos, y por otra, los de transición.

Ya hemos mencionado que el margen que han establecido los gobiernos para reducir las emisiones netas a cero tiene su límite en 2050. Pero, ¿y el margen para posicionar las carteras? También puede disminuir. La rapidez de las soluciones para hacer frente al cambio climático haría que los mercados financieros reflejaran en los precios los riesgos de la transición más rápidamente. En ausencia de ello, lo más común es que observásemos una aceleración estable de los riesgos físicos como resultado.

El informe determina que aunque el camino para reducir las emisiones es incierto y desconocido, sí que creen que las repercusiones para las carteras aumentarán rápidamente. Todavía estamos empezando el camino de la transformación hacia la inversión sostenible y los precios de mercado aún no muestran todos los efectos de dicho cambio. Se espera que los activos ecológicos que seguramente se favorezcan de esta transición a una economía de bajas emisiones a la larga disfrutarán de mejores resultados. Esta es una de las razones por las que los inversores no deben descuidarse y tener la mirada puesta en el avance del cambio climático y progreso de la transición climática. Este avance y cambio tecnológico ya ha empezado en varios campos como los servicios públicos o los automóviles. El informe concluye diciendo que “no hacer nada respecto al cambio climático en las carteras ha dejado de ser una opción”.