El invento de la CIA condenado a no volver: adiós a la banda magnética de las tarjetas

IG Markets

Mastercard, la multinacional estadounidense de servicios financieros, acaba de iniciar el proceso para finalizar de una vez por todas con la banda magnética en sus productos. En 2033, según indica la BBC, se prevé que ya no existirá ninguna en el mercado. Esto se debe a que las nuevas formas de pago han conseguido que ya no sean de utilidad. Para cuando desaparezcan, su camino habrá durado 70 años en el mercado. 

Mastercard es una de las entidades más conocidas de pago a través de tarjetas de crédito. Los inversores la aman. Desde el segundo semestre de 2019, la empresa tiene una capitalización de mercado de 284,4 mil millones de dólares.

Será la primera marca en el mundo en abrir la puerta al fin de la banda magnética. De esta manera, la empresa concederá un plazo de diez años para que los usuarios cambien a los pagos a través de otras tecnologías.

COMPROMISO CON LA CIA

Como muchos inventos de la segunda mitad del siglo XX, la banda magnética nació del conflicto existente entre la ex Unión Soviética y Estados Unidos. En los años 60, la compañía IBM se comprometió con la CIA a crear tarjetas de identificación para su personal. Los ingenieros de la empresa informática tuvieron la idea de adherir la información codificada en una cinta magnética que iría en las tarjetas de plástico del personal de la agencia central de inteligencia. Apenas dos años antes, se había fundado InterBank Card Association (Mastercard).

En seguida añadieron la tecnología de la CIA en sus productos y enviaron sus tarjetas a muchos de los países más desarrollados. Así, se extendió la banda magnética en todo el planeta. Un invento de seis décadas atrás que acaba de dar el pistoletazo de salida para convertirse en anécdota.

LAS NUEVAS FORMAS DE PAGO

La aparición de la pandemia del coronavirus ha transformado nuestro estilo de vida. En las formas de comprar no iba a ser menos. Los clientes prefieren en un 60% el pago con tarjeta pero desde el estallido de la COVID-19 el pago a través del móvil ha aumentado hasta alcanzar el 35%. Según Paco Lorente, profesor de ESIC Businnes & Marketing School, “ha sido el empujón definitivo para que muchos consumidores perdieran el miedo a la compra digital. El hecho de no desplazarse y la facilidad y rapidez en la entrega han sido claves para que muchos usuarios se hayan fidelizado a través del canal online”.

Desde el segundo semestre de 2019, Mastercard tiene una capitalización de mercado de 284,4 mil millones de dólares.

Al tiempo que subían las ventas virtuales, las formas de pago se ajustaban también al creciente ecosistema digital. “Todo lo que sea contactless, es decir, aquello que evite o limite el contacto físico, se ha impuesto. El pago a través de transferencias sobre todo a través del teléfono móvil, con aplicaciones como Bizum, han tenido un crecimiento destacado”. 

Paco Lorente también hace mención de los métodos de pago mediante relojes inteligentes y smartphones, como Apple Pay o Samsung Pay, “en los que el consumidor español está experimentando una mayor confianza”, los más nuevos como los centrados en códigos QR, y los que vienen, como el bitcoin.

EL VALOR DE LA INSTANTANEIDAD

Muchos de estos nuevos hábitos ya estaban integrados antes de la crisis del coronavirus, pero ha sido la peculiar situación por las restricciones lo que ha desembocado en las nuevas formas de comportamiento de los consumidores.

“Todavía se prefiere comprar y se utiliza el pago por uso cuando es una necesidad financiera, pero aún falta hasta que se pague por uso por convicción y no por obligación, que es cuando crecerá realmente esta modalidad. Si bien en las empresas y en el business to business (B2B) ya está entrando con fuerza en las compras más racionales”.

El consumidor camina más rápido que la industria y es el que empuja los modelos de negocio. Algo por lo que es fundamental que la digitalización de las empresas se transforme en un elemento clave. “Pero no hablamos solo de las grandes empresas o grandes retailers. Todo esto comienza con el comercio de proximidad, que son los nuevos protagonistas del Q-commerce”. O lo que es lo mismo, compras online. “En algunos casos compulsivas, de productos que te llegan a casa en menos de una hora. Y esto solo es posible si el comercio de proximidad se digitaliza y entra en la industria 4.0 rápidamente”.