Iberdrola está examinando minuciosamente una separación (spin-off) de su negocio de eólica marina. Así lo ha anunciado este miércoles el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez-Galán, en la presentación de los resultados del primer semestre ante los analistas. “No se ha tomado ninguna decisión pero se está analizando con muchísimo detalle. Vemos que tenemos algunos picos y valles y veremos cómo se puede materializar todo esto”. Un negocio en plena expansión, ya que prevé que pueda alcanzar los 12000 MW de eólica marina en 2030, con una inversión total de 30000 millones de euros.
UNA GRAN APUESTA
Aunque aún la compañía no ha tomado una decisión, Galán quiso destacar en la presentación con los analistas que el grupo “siempre está estudiando todas las medidas potenciales para optimizar su balance y su perfil financiero en áreas atractivas”. Tampoco se conoce de qué manera se estructuraría ese movimiento. ¿sería una simple separación del perímetro de la compañía o irá más allá?
El propio directivo habló del potencial de este campo. Es una de las mayores apuestas a tener en cuenta de la energética en el futuro próximo. Sobre todo lo es fuera de España, ya que en su mercado doméstico, la eólica marina se encuentra “paralizada” a la espera de un nuevo marco regulatorio.
La empresa energética obtiene alrededor de 600 millones de euros de ebitda gracias a los más de 1300 megavatios que opera hoy en día la eólica marina. Además, la estrategia energética en el segmento eólico marino se verá impulsada por los mecanismos de subastas a corto plazo. En los principales mercados donde está posicionada tenemos Europa (37000 MW entre 2021-2022), Estados Unidos y Asia Pacífico (13800 MW hasta 2024).
Por si fuera poco, progresa en la fabricación de 2600 megavatios en todo el mundo. Además, tiene entre sus planes poner en marcha 12000 megavatios hasta el año 2030 con una inversión prevista de 30000 millones de euros.
La eólica marina es una de las tecnologías a las que más importancia le está prestando Iberdrola. La empresa es una de las principales compañías en eólica terrestre con 18810 megavatios en todo el mundo. Durante el primer semestre del año lograron un 37% en comparación con el primer semestre de 2020, hasta llegar a su máximo histórico de 4909 millones de euros. Si bien es verdad que en lo que va de año, Iberdrola no ha hecho los mejores números, ha obtenido un beneficio neto de 1531 millones de euros, un 18,4% menos respecto al año anterior.
La empres obtiene un beneficio bruto de 600 millones de euros gracias a los más de 1300 MV que opera
VISIÓN HACIA ESTADOS UNIDOS
Debemos tener en cuenta que es una tecnología que trabaja de una manera mucho más lenta si la comparamos con la eólica tradicional o la fotovoltaica. Estas tardan alrededor de diez años en comenzar a funcionar.
Por ahora, la compañía de Sánchez-Galán tiene en mente proyectos en eólica marina en Francia, Estados Unidos, Reino Unido o Brasil, entre otros. Y asistirá a nuevas subastas, donde pretende avanzar en otros mercados como Polonia, Japón o Taiwan.
Uno de los focos será Estados Unidos. La firma española recoge en su informe al mercado que en el segundo trimestre mantuvo la actividad acelerada de la industria eólica marina en ese mercado . Además, hace una semana, Iberdrola informaba de un acuerdo con el grupo holandés Shell. El motivo es pujar por los primeros grandes parques eólicos marinos flotantes que se llevarán a cabo en Reino Unido, proyecto del que España no formará parte.