El último giro del Colegio Base: del pensamiento crítico a la acción solidaria

El Colegio Base de La Moraleja, en Madrid, es quizá el menos ostentoso de los centros educativos con renombre de la zona más exclusiva del entorno de la capital. Sin ser de los más sonados, su calidad y oferta educativa no tiene nada que envidiar a otros colegios «de moda» como el Brains, el Liceo Europeo o el San Patricio, sino que en algunos aspectos incluso supera a la competencia. Conocido y alabado es su modelo de aprendizaje basado en el pensamiento crítico de los alumnos, y ahora también exhibe sus principios solidarios, que afloraron con la pandemia y se siguen llevando a la práctica con acciones concretas.

Sin embargo se acumulan las sospechas de familias y alumnos sobre elevadas inversiones publicitarias realizadas en los últimos años por el Colegios Base parar figurar en los primeros puestos de las listas mediáticas de los mejores colegios de Madrid y, mejorar así su proyección, algo compartido, por cierto, con otros colegios de su competencia.

Y en realidad, tocar la cima de la excelencia educativa con un reconocimiento público y frente a otros centros, era lo que le faltaba al Colegio Base para consolidar una reputación ganada a pulso durante más de medio siglo.

Entre sus fortalezas, un elevado nivel de inglés, especialmente a edades tempranas del ciclo escolar, lo que posibilita casi un bilingüismo adquirido de forma natural. La pronunciación del idioma de los pequeños asombra a propios y extraños, gracias a un profesorado nativo y con método, que permite afianzar el idioma de Shakespeare.

Otro de sus puntos fuertes es su método neurodidáctico de enseñanza y el fomento del pensamiento crítico, que constituyen un enfoque transdisciplinar en el que confluyen investigaciones realizadas en neurociencia, psicología y pedagogía.

El colegio unifica la metodología que ya venía aplicando a lo largo de su historia, con la aportación de las últimas investigaciones en el ámbito de la neurodidáctica. La Neuroeducación constituye una nueva disciplina que tiene como objetivo optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje basándose en los conocimientos actuales sobre el funcionamiento del cerebro humano.

El desarrollo de este proyecto ha permitido al centro programar el currículo de forma más globalizada. Además, ha supuesto crear su propio diseño de unidades didácticas, introducir metodologías innovadoras y modificar el sistema de evaluación, de manera más claramente competencial, diseñando experiencias de aprendizaje en forma de retos.

En cuanto la educación en el pensamiento crítico, el Colegio Base recuerda mucho a otro que mantiene como seña de identidad de su misión este tipo de enseñanza: el Colegio Estudio, una institución privada, laica, sin ánimo de lucro, creada en 1940 con el propósito de preservar y difundir la filosofía de la Institución Libre de Enseñanza y el compromiso de mantener vivo su modelo educativo.

De vuelta al Colegio Base, las instalaciones, han experimentado una importante mejora y ampliación con la compra en el verano de 2019 del centro Santa Helena, colindante y que ha permitido duplicar el espacio. Ahora, las secciones de Bachillerato y Educación Infantil se ubican en las instalaciones que antes correspondían al centro adquirido.

El modelo de relación profesor – alumno de carácter afectivo es otra de las grandes virtudes que defiende el Colegio Base y de la que hace gala. Los profesores, en la gran mayoría de los casos, trasmiten a sus pupilos unos valores que impregnan sus vidas más allá de la enseñanza y se muestran dispuestos a ayudarles aún fuera del horario escolar.

Muchos son los exalumnos del Base que siguen manteniendo relación con sus antiguos profesores pasados ya muchos años desde que salieron del colegio. Algunos los consideran casi parte de sus familias.

Y todo en un contexto en el que la enseñanza va más allá de las aulas y llevan al centro a potenciar los cursos de verano en España y en el extranjero, algo muy bien acogido por padres y alumnos.

SOLIDARIDAD FRENTE AL COVID-19

Las consecuencias que la irrupción de la pandemia ha tenido en las familias y profesores ha sido una de las cuestiones en las que el centro ha puesto especial interés.

El Colegio Base ha sido consciente del impacto que esta crisis ha podido tener para sus alumnos, familias y trabajadores. Por ello, articularon políticas para minimizar tal impacto, como el no cobro de los servicios no prestados (comedor, transporte o extraescolares), o la inclusión de determinados descuentos progresivos en los diferentes cursos desde Infantil hasta Primaria. Una práctica poco habitual en los colegios privados.

Además, el colegio ha creado un fondo económico para poder ayudar con la cuota del centro a aquellas familias que se vieron más afectadas.

Finalmente está trabajando en el desarrollo de iniciativas sociales de apoyo a la comunidad como la donación del fondo de alimentos o participando con proyectos de cesión de contenidos educativos propios para los más desfavorecidos. Esta proyección social, es uno de los focos en los que se sigue profundizando.

“NO HAY COLEGIO PERFECTO”

Como “no hay colegio perfecto”, tal y como reconoce la mayoría de padres y antiguos alumnos, no faltan los “peros” a la gestión del Colegio Base. Principalmente, las quejas coinciden en cierto ambiente elitista, muy extendido en los centros educativos de La Moraleja. Un rasgo que se convierte casi en seña de identidad de la zona, mal que les pese tanto a los padres, como a los responsables de los centros que asumen resignados un sambenito que no consiguen descolgarse.

Otra de las críticas más escuchadas es la tendencia del colegio a rentabilizar económicamente cualquier concepto. La sensación de pagar por todo lo que se hace runrunea en los corrillos de bastantes familias, bien sea para excursiones, adquisición de material o para actividades tanto escolares como extraescolares.

Otra de las circunstancias más reprochadas por los progenitores es la mala conexión al estar su ubicación tan apartada. Esta es una cuestión que no admite una solución fácil. Se da por hecho que a un colegio de este tipo sólo pueden acceder familias que puedan asumir el coste de la ruta o que tengan transporte privado garantizado. Pese a ese inconveniente, los padres valoran de forma positiva la veintena de rutas que ofrece el centro educativo, que permiten recoger y dejar a los alumnos en la puerta de sus casas.

EL MÉTODO BASE

El Colegio Base es una escuela que cuenta con un gran prestigio y una larga tradición en el mundo educativo privado. Con casi 60 años de vida, fue fundado en el año 1962, su objetivo siempre ha sido desarrollar un proyecto educativo innovador que, prestando especial atención a la educación en valores, permita que los alumnos alcancen altos niveles académicos, adquieran una sólida preparación en idiomas, especialmente en inglés, y que se profundice en un modelo metodológico diferenciador en el que prime la adquisición de competencias, en el sentido más amplio de la palabra, frente a conocimientos puramente memorísticos.

Para ello, el Colegio Base cuenta con un equipo de docentes cualificados, identificados con los enfoques pedagógicos de la escuela, en permanente formación y actualización, y que gozan de una gran estabilidad, lo cual es fundamental para lograr un verdadero trabajo en equipo.

Estos docentes también son, en todo momento, fundamentalmente educadores en el sentido más amplio de la palabra. Después de tantos años desarrollando esta tarea, ya son miles los alumnos que han pasado por sus aulas y que han podido realizar su proyecto vital implementando las metas y valores propuestos. Otra singularidad de este centro educativo, puesto que existe la opinión generalizada de que los colegios privados sufren de una elevada rotación en el profesorado, con las consecuencias negativas que esto conlleva para los alumnos.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.