Los procedimientos tributarios contra autónomos están a la orden del día. Bien saben los profesionales dados de alta en el RETA que la lupa de Hacienda siempre apunta hacia ellos. Del total de inspecciones que se llevan a cabo cada año, una gran parte de ellas se centran en quienes trabajan por cuenta propia.
Por suerte, llegan buenas noticias para los autónomos, que ahora van a tener más seguridad en caso de que se inicie un procedimiento tributario contra ellos. Porque los tribunales se ha pronunciado sobre una vieja práctica de la Agencia Tributaria que permitía alargar los procedimientos sin límite, generando una gran inseguridad jurídica a los contribuyentes.
1Los procedimientos tributarios contra autónomos prescriben
A través de un procedimiento de este tipo lo que se hace es una inspección para comprobar que lo declarado por el autónomo coincide totalmente con la realidad. Si se detecta algún desajuste, se impondrá la correspondiente sanción.
Pero una vez que se inicia el proceso este no puede alargarse indefinidamente. Hacienda tiene un plazo máximo de 18 meses (27 meses si la cifra de negocio anual del contribuyente supera los 5,7 millones de euros) para dar por finalizado el trámite. Si en ese tiempo no ha terminado la inspección, esta terminará de forma automática sin que el autónomo pueda ser sancionado.
El problema es que este plazo es de prescripción, y eso quiere decir que puede interrumpirse con una notificación. Si han pasado 17 meses desde el comienzo del proceso y justo en ese momento el autónomo recibe una notificación de Hacienda relacionada con el mismo, comienza a correr de nuevo el plazo de 18 meses.