viernes, 13 diciembre 2024

DFC da el salto al vehículo eléctrico con «el iPhone de los cargadores»

DFC Factory Telecom Solutions da el salto al sector de la movilidad eléctrica, sin dar de lado a las telecomunicaciones, hasta ahora su principal fuente de negocios. La empresa dirigida por José Miguel de Fulgencio ha alcanzado un acuerdo con la portuguesa i-charging para ofrecer un cargador ultrarrápido a las 11.000 gasolineras instaladas en España. Hasta ahora, ha cerrado acuerdos con 300 instalaciones, pero espera alcanzar más. Todos estos «monolitos» están instalados en vías rápidas y en puntos cercanos a las zonas de bajas emisiones de los núcleos urbanos.

La empresa catalana, afincada en el municipio de Barberà del Vallès (Barcelona) ha creado una división específica para este salto a la movilidad sostenible, DFC e-Power. Con la empresa lusa, comercializará en exclusiva el cargador ultrarrápido BlueberryTM, «el ‘Apple’ de los cargadores del vehículo eléctrico», según ha definido el consejero delegado de DFC, José Miguel de Fulgencio, en una entrevista a MERCA2. En la misma, también aborda el asunto de las baterías intercambiables, las aplicaciones y las conexiones 5G para el vehículo autónomo, aunque habrá que esperar si realmente es aceptado por el público en general. «¿Te subirías a un avión con un sólo piloto?» ¿Y con ninguno? «Hay que desarrollarlo«, ha reflexionado sobre esta cuestión.

Estos «monolitos», de más de dos metros de altura, permiten cargar la batería de un vehículo de más de 300cv de potencia cargar la batería en apenas 20 minutos, siendo un tiempo muy similar al que emplea un conductor al repostar combustible. De cara a este mismo año, DFC espera duplicar las instalaciones de estos supercargadores, que tienen capacidad para ofrecer hasta 600kw, aunque podrían llegar a 1.000 sin necesidad de realizar un cambio de equipo.

LA FIEBRE POR EL VEHÍCULO ELÉCTRICO

En España, el vehículo eléctrico va más atrasado que en otros países. Y es que, esta nueva modalidad supone apenas el 2,14% del parque total, cifrado en unos 28 millones de coches. Pese a que se ha llegado tarde, la intención del Gobierno es suprimir el vehículo de gasolina y diésel en 2040. Para la instalación de este cargador, fabricado en su totalidad en Portugal, DFC tiene prioridad en las estaciones de servicio próximas a las zonas de exclusión, motivo por el que está en conversaciones con cadenas de autoservicio y low cost.

El CEO de DFC, empresa con más de 20 años de historia, vio la «necesidad» y puso «las ganas» a la hora de entrar en nuevos sectores. Escogió la opción del vehículo eléctrico para aprovechar su propia tecnología, pero sin dar de lado a las telecomunicaciones. «Muchos de los productos que hacemos están enfocados a la energía y de corriente continúa -fundamental para poder cargar rápidamente las baterías-«, ha destacado De Fulgencio.

En su ADN se encuentra la fabricación de productos, sin embargo no han podido arrancar este proyecto con un equipo propio debido a los obstáculos de la burocracia y los tiempos exigidos para las homologaciones, así como los tiempos de prueba de los prototipos y los ensayos. Por este motivo «decidimos ir de la mano del mejor socio que podíamos escoger«, ha indicado en la entrevista a este medio.

A su juicio, el «monolito» de i-Charging es el mejor que existe en estos momentos en el mercado. Se trata de un equipo con una buena altura, una pantalla de 32 pulgadas, que ofrece un buen abanico de posibilidades para los creadores y los departamentos de markéting, y controlado de forma remota, sin necesidad de acudir ‘in situ’ si se bloquea.

DFC ES EL SOCIO DE LA PORTUGUESA I-CHARGING

El equipo está diseñado de tal forma que no sería necesario cambiarlo por otro si se necesitara una mayor potencia. Tan sólo con cambiar el módulo extraíble podría ampliarse hasta los 1.000 kw, un nivel que no existe en el mercado actual de vehículos eléctricos. «Se podrá retirar el rack y sustituirlo por uno nuevo, sin realizar una nueva instalación.

Ahorra y el equipo no es caro en comparación con el mercado actual. «Hoy es el mejor«, ha afirmado. Los demás van a tener que correr para poder realizar un producto con una funcionalidad y un diseño similar. «Estamos ahí. Es el más económico, más bonito y el que más prestaciones ofrece en el mercado«, ha explicado.

De Fulgencio cree que el presente y el futuro pasará por una «una migración del coche de combustión al vehículo eléctrico». La gente está acostumbrada a ir a gasolineras, y las grandes marcas están estudiando sustituir los surtidores actuales por cargadores», ha asegurado, así como cambiar el modelo actual, incluso de tiendas. «Puede seguir cambiando y convertirse en un centro comercial en plena autopista«, como, según apunta, ocurre en Francia. «Puedes llegar a estar dos horas tranquilamente», ha señalado.

Eso sí, el CEO de DFC deja claro que no es una carrera en solitario. «Debemos ir acompañando a los productores de combustibles y a los fabricantes de coches. Tenemos que ir alineados», ha indicado. Y es que, las marcas están anunciando que en menos de diez años no fabricarán vehículos de combustión para centrarse única y exclusivamente en la movilidad eléctrica. «Todo es una fiebre del coche eléctrico», ha resumido el directivo.

DESARROLLO DE NUEVOS CARGADORES PARA EL VEHÍCULO ELÉCTRICO

DFC está recibiendo numerosas llamadas para instalar estos aparatos de carga, no sólo para la instalación, sino también para la comercialización en otros sectores, como centros comerciales, mercados o cines, entre otros. «Queremos dar el producto que necesita el cliente, no venderle un equipo por querer venderlo. Queremos clientes de futuro, no de una semana», ha enfatizado.

Este monolito se diferencia de los habituales en la estética. «Es el iphone de los cargadores«, ha considerado el alto ejecutivo. En las ciudades, el cargador no dispone de una pantalla, o ésta es muy pequeña; el cable está generalmente en el suelo, con el riesgo que conlleva enchufarlo a un vehículo de 150.000 euros. Ni él mismo se fía. «Puede pegar un petardazo». Por ello, han confeccionado un cargador con mangueras retráctiles, que nunca tocan el suelo; y un diseño bonito, con pantalla grande para facilitar su uso. «Técnicamente es lo mejor que hemos visto», ha indicado al considerar que su actualización tendría un menor coste que realizar una nueva instalación.

A su juicio, los cargadores se enfrentan al problema de la temperatura para recortar los tiempos de carga. «Por ahora no», ha admitido. Las mangueras registran altísimas temperaturas y se necesita un buen sistema de refrigeración para evitar que se quemen. Por esto, los cables son tan gordos, al tiempo que realizar un cargador más rápido tendría un coste considerable. Otra de las trabas es que aún no hay mercado para este tipo de equipos. «Con las mismas temperaturas y mangueras podríamos llegar a los 1.000 kw. El coche no admite más», ha sostenido, aunque trabajan en evoluciones y desarrollos cuando los vehículos lo permitan.


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