Transformación en tiempo de crisis. ABB en España se ha adaptado a la coyuntura para continuar siendo el líder de soluciones tecnológicas. Sergio Martín (Barcelona, 1974), director de negocio de ABB Robotics & Discrete Automation para España y Portugal, ha explicado en una entrevista a MERCA2 las proyecciones de la firma y en qué consiste su producto estrella: los robots colaborativos. La empresa ha llevado a cabo el lanzamiento de dos nuevos productos.
La crisis en el sector del automóvil primero y la pandemia después forzaron la transformación de esta empresa con sede en Sant Quirze del Vallés. Las instalaciones son sin duda las más grande del polígono de este municipio barcelonés, con una superficie de 1.200 metros cuadrados dedicados únicamente al espacio digital, pero hay que sumar otros 8.000 de capacidad de fabricación.
Para ABB en España, el principal objetivo se centra en incrementar la rentabilidad a través de la optimización de procesos y llegar a más clientes, para continuar con la inversión de unos 21 millones de euros anuales en I+D. «Esta capacidad de inversión nos hace ser diferentes», ha puntualizado Martín. «Ayudar a ser rentables a nuestros clientes«, ha resumido el directivo de la empresa con más de 130 años de historia.
«Es relevante porque nos ha dado la base para sobrevivir en estos tiempos de caída de muchos mercados», ha afirmado Martín en una entrevista para MERCA2. Para el desarrollo de su negocio, el alto ejecutivo ha asegurado que esta capacidad les ha permitido enfocarse en nuevos mercados, principalmente ajenos a la manufactura.
ABB, DE DEPENDER DEL AUTOMÓVIL A INTRODUCIRSE EN OTR INDUSTRIAS
Y es que, ABB basaba su facturación prestando sus servicios a clientes relacionados con esta industria, entre ellos Mercedes Benz. El sector del automóvil cayó y el consumo se frenó«, ha explicado sobre esta transformación. De hecho, ABB ha comenzado a crecer en el segmento online, adaptándose a los nuevos hábitos de consumo. La forma de hacerlo ha sido centrándose en servicios de logística, retail, laboratorios, etc…
«Nos hemos centrado en segmentos donde era creciente la carga», ha destacado. Uno de sus proyectos durante la pandemia ha sido realizar test PCR con robots, análisis incluido; mientras otro de logística se ha centrado en colocar en palets las pequeñas cajas, tan habituales en almacenes; o incluso entrando en las pymes que han ido sobreviviendo paso a paso en este entorno.
COBOTS POR 25.000 EUROS Y UNA AMORTIZACIÓN EN MENOS DE UN AÑO
Su producto estrella se ha centrado en los robots colaborativos, cuyo valor de mercado es de 25.000 euros y una amortización en menos de un año. «El principal objetivo es aumentar la rentabilidad y hacer de España más competitivo, ágil y flexible«, ha destacado. Estos robots, que está instalando en pymes y grandes empresas, tienen una serie de ventajas frente a la maquinaria actual. «La facilidad de uso y su flexibilidad» son las dos principales señas de identidad, así como uno de sus secretos, el algoritmo por el que se transmiten las órdenes, además del mecanismo en sí.
Los robots están diseñados con inteligencia artificial y conectados a una gran nube, de tal forma que si la empresa necesita una recalibración y ejecutar una tarea concreta, ABB tan sólo necesita recalibrar uno de estos mecanismos ya que el resto copiará inmediatamente las órdenes, sin necesidad de ir uno a uno. El apagado de la empresa se acortaría considerablemente, ahorrando costes y tiempo, y por tanto generando una mayor productividad dentro de esta situación.
UN COBOT COMO COMPAÑERO DE TRABAJO
Hasta ahora, numerosas pymes tienen instalados robots grandes, acordonados por vallas metálicas y reduciendo el espacio disponible en las fábricas. «En muchas industrias no es necesaria esta infraestructura para fabricar«, ha apuntado Martín. «Nos pedían un robot adaptado a la capacidad de producción, sin necesidad de vallado y fácil de manejar -para ahorrar costes en formación e ingeniería-«, ha matizado.
Son robots que se pueden utilizar casi al mismo instante desde que salen de su embalaje, casi sin formación y con una velocidad de movimiento similar al de un compañero de trabajo, por lo que los choques entre humanos y robots apenas serían reseñables. «Son muy fáciles de programar (…) En esto se basa la robótica colaborativa«, ha resumido. De hecho, cualquier persona podría utilizarlos casi sin mirar el manual de instrucciones, como se hace habitualmente con el móvil.
Para Martín, las pymes muestran cierto respeto a la introducción de robots en las fábricas. «Falta dar ese primer paso», ha comentado. Y es que, los pequeños y medianos empresarios indican que se sienten solos a la hora de poder desarrollar una idea. Su principal problema es cómo poner en marcha esos proyectos. «Frena mucho porque se pone en riesgo la capacidad de inversión y el futuro a corto plazo de la empresa», ha apostillado.