Una de las primeras decisiones que debe tomar un emprendedor es si empezar su negocio como autónomo o como sociedad. En muchos casos se prefiere optar por la figura de la sociedad mercantil, ya que así la responsabilidad de los socios (aunque solo sea uno) queda limitada. De entre las diferentes modalidades de entidades mercantiles que existen, la Sociedad Limitada Profesional es una de las opciones más desconocidas.
Es cierto que es una forma jurídica a la que no todos los emprendedores pueden acogerse, pero sí puede ser especialmente útil para aquellos que cumplen los requisitos para poder formar una, porque aúna ventajas de la sociedad profesional y de la sociedad de responsabilidad limitada.
4Ventajas de este tipo de sociedades

La actividad profesional que ejercen los socios podrían llevarla a cabo de forma individual como autónomos, pero tener una sociedad les aporta ventaja competitiva. Cada socio puede estar especializado en un tema diferente, lo que les permite ofrecer un servicio mucho más integral y un mejor asesoramiento a sus clientes.
Si se ha cumplido con el trámite de contratar un seguro de responsabilidad civil, los socios pueden trabajar con la tranquilidad de saber que no van a tener que responder por deudas más allá de la cantidad que hayan aportado a la sociedad.