La Fundación Universitaria San Pablo CEU se fundó en 1933. “Nos diferenciamos de otras instituciones educativas en la formación en valores y humanismo de nuestros alumnos, en la formación integral de las personas. Pero no sólo a nivel académico, sino en determinados skills y capacidades que puedan ayudarles en el día de mañana a ser personas que se puedan enfrentar a la vida pública”, afirma Marieta de Jaureguízar, su directora de Comunicación.
Una larga trayectoria que se enfrentó el pasado año a la pandemia. “CEU tuvo la suerte de tener en su plan estratégico una parte bastante desarrollada sobre transformación digital”, añade Marieta de Jaureguízar. Un plan a tres años vista que se vio acelerado. “Fuimos capaces, en 48 horas, de dar el mismo servicio que antes de la declaración del estado de alarma a nuestros alumnos de colegios, universidades, de posgrado o mayores”, añade.
Hablamos de 37.000 alumnos repartidos en diez colegios, tres universidades, escuelas de posgrado y de mayores. “Para el siguiente curso aumentará la oferta académica y también nuestra obsesión en el humanismo. Por toda la tecnología que viene, hay que estar bien formados racionalmente para poder utilizar estas herramientas que han venido para quedarse”, indica la directora de Comunicación del CEU.
SOLUCIONES PARA TODOS
Esta adaptación tecnológica supuso una gran inversión. Hay que tener en cuenta que fueron 400 las aulas que se convirtieron en aulas hyflex para la doble presencialidad. “Bien es verdad que la solución no era la misma para un niño de seis años que para otro de 18, o para una persona de 67 años, recién jubilada, que quiere seguir formándose”, aclara Marieta de Jaureguízar.
Esa fue una la dificultad que se encontraron en el CEU. Gente, de determinada edad, acostumbrada a dar clases de una manera concreta. “Hemos generado un equipo de embajadores digitales, con gente con capacidades más allá de su trabajo, que se han dedicado a formar a otras personas que no tenían esa capacidad”, señala la directora de Comunicación.
Más de un centenar de personas que, día y noche, incluso los fines de semana, se dedicaron a las pregunta, dudas y demás inquietudes en plena pandemia. “Cada uno en su casa, con sus métodos, para poder desarrollar y aplicar todas las nuevas tecnologías que existen hoy en día y que no son nada incompatibles con la educación”, concreta.
Un mundo digital que no ha mermado la razón de ser del CEU. “Nosotros somos presenciales. A un niño de seis años es muy complicado transmitirle determinados valores, y determinado humanismo, a través de unas máquinas. Pero, por supuesto, están ahí, y debemos ser pioneros”, sostiene Marieta de Jaureguízar. A modo de curiosidad, el inicio de la pandemia les pilló en plena firma de convenio con SAS, Microsoft, Amazon, LG y Logitech.
VOCACIÓN INTERNACIONAL DEL CEU
De cara al futuro, CEU va a impulsar todavía más el área de innovación. “No podemos dejar de estar ahí. Nuestros alumnos de grado, recién egresados, se enfrentan a la vida laboral nada más salir de nuestras aulas. Y deben estar preparados para lo que hoy en día piden las empresas”, mantiene la directa de Comunicación. El CEU tiene un 90% de empleabilidad.
Otra de las señas de identidad del CEU es su vocación internacional. De hecho, el 30% de sus alumnos son internacionales. “Uno de nuestros mayores miedos era que se redujera su número”, confiesa Marieta de Jaureguízar. Y añade: “No sólo no han bajado, sino que han venido más”.
Gracias a las nuevas tecnologías, a la doble presencialidad antes descrita, les ha permitido contar con gente que, de otra manera, no hubiera podido venir de viaje en uno de los convenios internacionales que tienen, por ejemplo, con Chicago o con UCLA.