Las almendras son de los frutos secos más consumidos en todas sus variantes. Es mucho lo que se habla últimamente sobre ellas. La leche de almendras está de moda y es imprescindible en las dietas de las personas con intolerancias o con la digestión pesada.
Asimismo, las almendras son un buen recurso para llevar en el bolsillo y comerlas si te entra hambre y no quieres picotear entre horas. Sirven tanto para comerlas como para fabricar cremas, jabones y aceites. El uso de este fruto seco tiene muchas posibilidades y casi todas son beneficiosas para tu salud.
No obstante, todo en esta vida tiene un “pero” y el caso de las almendras no iba a ser diferente. En este artículo te contaré algunos de los motivos por los que consumirlas y otros por los que es mejor mantenerte lejos de ellas.
5Alergias

Como ya te he dicho, los frutos secos son de los alimentos a los que más personas en el mundo son alérgicas. Si te da una reacción alérgica debido a las almendras la sintomatología aparece en poco tiempo o de inmediato. Te pueden provocar urticaria, hinchazón, picores, dificultad para respirar o shock anafiláctico y que te mueras. Si no eres muy alérgico los síntomas son más leves, como, por ejemplo, diarreas, dolores de cabeza o vómitos.
Puede ser que solo seas alérgico a las almendras y no al resto de los frutos secos, pero puede ser que al final termines por tener la intolerancia completa y es mejor no arriesgarte. Cuando eres alérgico a las almendras, el orden que suelen tomar estas intolerancias son el cacahuete, nuez, avellana y piñón.