A Renfe se le agota el tiempo: tiene 3 meses para reabsorber a 2.500 empleados

La compañía ferroviaria tiene marcado en rojo el próximo 31 de mayo, fecha en la que expiran los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) y debería reincorporar a los cerca de 2.000 trabajadores que llevan desde marzo de 2020 sumidos en un ERTE. Pero la tasa de viajeros no crece al ritmo esperado. Además, en junio finaliza el “favor” que le hizo Ferrovial con otros 500 empleados.

A Renfe no le salen las cuentas, y los problemas se le acumulan. Antes del 31 de mayo debe decidir qué hará con sus empleados en ERTE, entre fijos y temporales. Se trata de los tripulantes, personal de logística y de oficina que prestan los servicios de atención y restauración a bordo de los trenes AVE y Larga Distancia de Renfe y de su logística, a través de un acuerdo de la empresa pública con Ferrovial, que en 2013 consiguió esta licitación.

Pues bien, estos empleados podrían ser despedidos. Ya en mayo, Renfe desistió del contrato que tenía licitado para seleccionar a una empresa que prestase estos servicios por la incertidumbre de la crisis. Una decisión en la que intervino hasta el propio ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos.

La idea era clara: debe lanzarse un nuevo concurso y, mientras tanto, el servicio se encuentra prorrogado provisionalmente, en una situación transitoria a la espera de que la carga de trabajo se recupere y todos estos empleados pudieran regresar a sus puestos.

Como ya explicaron a MERCA2 fuentes de la representación sindical del contrato de servicios de a bordo que actualmente presta Ferrovial, actualmente trabaja un 15% de la plantilla, y no lo hacen a tiempo completo, sino que trabajan pocos días al mes debido a la escasa demanda que existe en estos meses.

Además, Renfe pretendía apostar por un nuevo modelo de licitación de los servicios de a bordo en los trenes AVE y Larga Distancia a partir del 31 de enero de 2021, fecha en la que finalizaba la prórroga del contrato con Ferrovial. Se trataba de un contrato de cinco años con un gasto máximo estimado de 122 millones de euros en dicho período, lo que se traduce en unos 24,5 millones anuales, y sin opción de prórroga. Unas cifras que ya criticaron los sindicatos y las calificaban de “inviables”.

Pues bien, in extremis, Renfe adjudicó a Ferrovial Servicios el contrato para la prestación del servicio de atención a bordo y restauración en trenes hasta junio. Un “parche” que pronto llega a su fin.

EL FALLIDO TRASPASO A LOGIRAIL

Al margen de los empleados en ERTE, Renfe intentó traspasar los 500 contratos del personal del servicio de tierra, atención al cliente y venta de billetes de Cercanías de Madrid a su filial Logirail. Pero no consiguió la autorización del Gobierno y le pidió a Ferrovial que asumiera a estos empleados hasta el 30 de junio.

Renfe aún tiene la esperanza de que antes de que finalice dicho plazo logre la ‘luz verde’ por parte de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos del Gobierno para aumentar el gasto público que supone para Logirail absorber a esta plantilla.

Cabe destacar que Ferrovial está asumiendo a estos 500 empleados, además de soportar el gasto de personal de los tripulantes de a bordo en los AVE y Larga Distancia, así como los servicios en estaciones de Cercanías de Madrid. La compañía liderada por Rafael del Pino aceptó prorrogar a pérdidas para salvar estos puestos de trabajo, y soporta el gasto de las reclamaciones de los usuarios por las restricciones en los servicios, así como las penalizaciones de Renfe por la falta de servicio.

RENFE NO REMONTA EN VIAJEROS

La compañía ferroviaria se muestra optimista y cree que en junio la demanda de viajeros aumentará por el fin de los ERTEs y una mayor relajación de las restricciones a la movilidad. Pero lo cierto es que, durante los primeros meses de 2021 acumula caídas del 53%, con una cifra de usuarios ligeramente superior a los 19 millones de personas.

Ante las amenazas sindicales de llevar a cabo varias jornadas de paros parciales, el operador ferroviario ha prometido una mejora sustancial en el mes de junio. De hecho, con la llegada de la vacuna, desde el Comité de Dirección de Renfe se ha aprobado un incremento progresivo de las circulaciones a partir del 1 de abril, con el objetivo de alcanzar el 100% en el mes de junio.

Además, Renfe despidió el año con la prórroga del convenio colectivo de Grupo Renfe hasta el 31 de diciembre de 2021, asegurando así un incremento salarial del 0,9% y una tasa de reposición del 110%, que permite la continuidad del Plan de Empleo y, por tanto, las Desvinculaciones y Jubilaciones Parciales para el año 2021.

AVLO Y OUIGO, UNA BATALLA ‘LOW COST’

Isaías Táboas asegura que la liberalización es una oportunidad para Renfe: “nos va a estimular para atraer a más personas al tren”. Pero la agresiva campaña comercial de su competidora francesa Ouigo está haciendo mella a la española, que se ha visto obligada a entrar en la batalla de “regalar” los billetes.

De hecho, coincidiendo con la celebración de su 80 aniversario, Renfe está llevando a cabo numerosas campañas comerciales con el objetivo de aumentar su tasa de viajeros. Por ejemplo, del 3 al 8 de marzo se pueden adquirir billetes para viajar en Avlo desde 7 euros, y para el AVE desde 19 euros por trayecto.  

Aunque los usuarios ya pueden adquirir billetes tanto en Avlo como en Ouigo desde hace meses, lo cierto es que el segmento ‘low cost‘ del AVE no estará disponible hasta el próximo 10 de mayo cuando arranque Ouigo en su línea para viajar entre Madrid y Barcelona.

Mientras que Avlo retrasará su entrada hasta el 23 de junio. Su objetivo es captar al máximo de usuarios para sus 75 de los trenes de Talgo con los que circulará cuatro veces al día en la línea que une Madrid y Figueres, con paradas en Guadalajara, Calatayud, Zaragoza, Lleida, Tarragona, Barcelona y Girona.