Los otros usos del café molido usado

El café molido es una excelente manera de tener nuestra bebida más y mejor preparada al instante, sobre todo con un desprendimiento de aroma que es bien reconocido por todos los amantes del café. En esas, también, una vez que ese café molido se ha usado, tendemos a desecharlo. Pero lo cierto es que existen varias prácticas relacionadas una vez que ya se ha usado que puede sernos de utilidad en el día a día.

Hablamos de las diferentes aplicaciones que podemos tener con un café molido usado, el cual ya no es el mejor para tomar nuestra taza… pero que vendrá muy bien para aplicaciones y beneficios, entre otros, de la salud, por ejemplo. Así, después de de prepararte el café, los posos que quedan pueden usarse en el jardín, belleza, limpieza y mucho más. Los descubrimos desde MERCA2.

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Bien utilizado para fertilizar las plantas

Fertilizante para plantas

Por supuesto; más allá de los beneficios para la piel como exfoliante, para las baterías de cocina o para un brilloso y sedoso cabello, el café molido es bien utilizado para nuestro jardín o bien para el resto de plantas que podamos tener en casa.

Esto es porque suelen ser un auténtico tesoro para fertilizar las plantas, ya sean ornamentales o comestibles. Si por un lado las pieles de las frutas son ideales para hacer compostaje, el café no se queda atrás, ni mucho menos.

Es más, al tiempo que se puede añadir a la pila del compost, admiten muchas maneras de convertirse en un abono. Un abono muy útil y provechoso para ellas dado que estos restos del café para las plantas supone reciclar un alimento. Basta con echarlo a las mismas en calidad orgánica. También hay que tener en cuenta que el recipiente donde lo transportemos esté seco, ya que si está húmedo puede provocar que se pudran.

Jorge Majdalani
Jorge Majdalani
Periodista, redactor de Estilo de vida en MERCA2 dedicado a toda su actualidad. Especializado en el deporte motor y su frente automovilístico, llevo más de 10 años de entrega en el mundo de la redacción de contenidos. Curioso aprendiz y contador de historias.