La socimi Colonial ha cerrado 2020 con un beneficio neto de dos millones de euros, un 98% menos de los 827 millones que ganó un año antes, para una cartera valorada en 12.020 millones, frente a los 12.196 millones de un año antes. El beneficio recurrente, que excluye provisiones y ajustes, se ha mantenido en los 138 millones, y desde la compañía califican de “estables” estos datos y creen que este ejercicio seguirá marcado por la prudencia.
Para el CEO de Colonial, Pere Viñolas, “2021 es un año extremadamente complicado de valorar. Aspiramos a que 2021 sea un año de transición y 2022 ya tendrá un carácter más expansivo”.
Sin embargo, ha desvelado que este año “no habrá una dinámica desinversora” como la de 2020, aunque no se cierran a operaciones tanto de compra como de venta. Al igual que el resto de gigantes del sector, estará atento por si surgen oportunidades de activos bien posicionados.
El 2020 ha sido un año muy duro para el sector inmobiliarios, y las dos únicas socimis cotizadas, Colonial y Merlin Properties, han sufrido una dura sacudida en sus cuentas. Si bien ambas cuentan con inquilinos muy sólidos en sus oficinas, han sufrido pérdidas en las plusvalías generadas por la valoración de su cartera inmobiliaria.
La compañía liderada por Juan José Brugera y Pere Viñolas ha salvado el año ya que sus activos prime ubicados en CBD (los centros financieros de las grandes capitales) han mostrado una mayor resiliencia y estabilidad que otros activos ubicados en zonas secundarias y otros segmentos del inmobiliario.
Pese a la calidad de sus activos, la socimi ha registrado una caída de los ingresos por renta del 3,4%, hasta 340 millones, frente a los 352 millones del año anterior, como consecuencia de la venta de activos.
También cabe destacar que la cifra de negocio procedente de las oficinas de Madrid aumenta un 15%, debido a la entrada de nuevo producto al mercado. Además, la socimi destaca que la renegociación de las rentas ha supuesto un 4,5% del total facturado. “El impacto acumulado de las negociaciones con inquilinos se sitúa en el 4,5% de los ingresos anuales por rentas de Colonial. Sin embargo, la mayoría de nuestros inquilinos son a largo plazo”, ha subrayado Viñolas.
EL COVID LE PASA FACTURA
Colonial llevó a cabo un ambicioso plan de desinversiones conocido como Alpha V, y se produjeron ventas por valor de 600 millones. A esto hay que sumarle el efecto negativo del covid-19 en la valoración de los activos inmobiliarios.
“Se trata de unos resultados estables, de mantenimiento, donde los activos bajan un poco de valor, y al no subir como en el pasado es lo que hace la diferencia con respecto a 2019″, ha explicado Pere Viñolas, consejero delegado de Colonial.
De hecho, la compañía reconoce un impacto en el valor de la cartera de oficinas española, ubicada en Barcelona y Madrid, frente a la de París, cuyo efecto de la crisis del coronavirus ha sido menor. “París aumenta su valoración un 3%, mientras que los inmuebles de Barcelona y Madrid disminuyen un 1%, básicamente por los activos secundarios”, ha asegurado Carmen Ganyet, directora general Corporativa de Colonial.