Por qué no debes guardar nunca una lata abierta en el frigorífico

Una lata de conserva es uno de los productos más recurrentes para esos momentos en los que no te apetece cocinar y no tienes nada que comer, o para un aperitivo, complementar otros platos, etc. Aportan mucha flexibilidad y son muy cómodas, ya que simplemente las abres y puedes comenzar a disfrutar de ellas. A eso hay que agregar la gran variedad de conservas existentes, desde productos del mar, hasta legumbres, verduras, carnes, etc.

Si eso te parece poco, suelen ser productos bastante saludables, debido al proceso de conservación al que se someten y durante el que no pierden demasiados nutrientes. Aunque bien es cierto que alimentarse solo exclusivamente de conservas no es lo más saludable. Además, esconden otra amenaza para tu salud si no las usas de forma adecuada…

El peligro de una lata de conserva mal conservada

Ventajas de la lata de conserva

alimentos en conservas lata

Se llevan confeccionando conservas desde hace mucho tiempo, ya que es una forma de mantener los alimentos en perfecto estado de conservación. Más aún cuando no existían las neveras, cuando se veían obligados a usar la salazón, el aceite, el azúcar o la manteca como formas de conservar productos de pescado, carne, etc.

Actualmente, las conservas en lata son uno de los productos más populares y que se suelen vender más en todos los supermercados. Aportan ricos productos, suelen ser bastante más saludables que otros productos precocinados por su forma de conservar y el tipo de productos que guardan, además de ser muy sencillos (tan solo abrir y disfrutar).

Además de todo eso, las conservas también tienen otras ventajas:

  • Mantienen las propiedades: sin tener que agregar aditivos químicos, como los conservantes, ya que suelen usar el aceite como o el propio jugo de cocción como base de conservación, además del precintado en la propia lata o bote. Eso hace que se mantengan frescos durante mucho tiempo, conservando todos sus nutrientes.
  • Saludables: al no tener conservantes y otros aditivos, así como conservar sus propiedades, resultan muy nutritivos y aptos para una dieta equilibrada. Con importantes aportes de ácidos grasos, proteínas, vitaminas y minerales.
  • Caducidad: tienen fecha de caducidad muy larga, algunas pueden ir más allá de los dos años, e incluso llegar a los 5 años. Por tanto, no son perecederos.
  • Sostenibles: una lata magnífica en cuanto a sostenibilidad, ya que no necesita de refrigeración o congelación, por tanto, ahorra energía eléctrica.
  • Fáciles de almacenar: al no necesitar cuidados o tratamientos especiales, son muy fáciles de almacenar en cualquier despensa. Y su pequeño tamaño, hacen que no ocupen demasiado lugar.
  • Rápidas: al ser un alimento ya cocinado, tan solo tienes que abrir y disfrutar de su sabor en cualquier momento.

Isaac R. P.
Isaac R. P.
Escritor y blogger, blogger y escritor. Las letras en libros o en WordPress son mi vida actual. Siempre intentando contar la verdad, evitando la manipulación y el clickbait. Apasionado por contar historias, por escribir artículos de interés y por ayudar.