domingo, 15 diciembre 2024

Mezcla explosiva en colegios del SEK de Madrid: ¿diversidad de alumnos o ‘guetificación’?

SEK, Institución Educativa de enseñanza privada fundada en 1892, cuenta en la actualidad con nueve colegios en España, Francia, Irlanda y Catar, y la Universidad Camilo José Cela en Madrid, con más de 15.000 estudiantes. El Colegio Internacional SEK Santa Isabel ubicado en Lavapiés, que sólo imparte educación infantil y primaria, ofrece a sus alumnos continuar sus estudios de secundaria en el centro educativo ‘hermano’ SEK Ciudalcampo, a la postre más parecido a un ‘primo lejano’ del primero, por la escasa o nula semejanza entre ellos. En plena adolescencia y con procedencias tan dispares, la mezcla de alumnos resulta explosiva.

Los padres del Ciudalcampo observan con impotencia cómo se altera por completo un cuidado ambiente escolar forjado durante años. La sensación es que los que hubieran cambiado de centro hubieran sido los del colegio de la zona norte. Y más allá de chiquilladas propias de la edad, las familias hablan de serios problemas de seguridad y episodios graves (alcohol, venta de drogas y acoso escolar), como resultado de juntar de golpe alumnos que provienen de ambientes muy distintos mientras el colegio y la institución educativa, según denuncian algunos padres, miran para otro lado.

En el SEK Santa Isabel la tradición se consolida con los años: “los niños que llegan al Ciudalcampo se agrupan o se guetifican” frente a sus nuevos compañeros, y no porque sean pocos, sino porque les gusta “diferenciarse” y alardear de tener “más calle”, de lo que presumen con un discurso “pandillero” frente a los “pijos” de la zona norte de la capital. Podría quedarse en eso, en un problema trivial o clasista, si no fuera porque esa mezcla de alumnos que promueve el SEK deriva en hechos ocasionalmente graves de convivencia, explican las mismas fuentes.

El SEK Ciudalcampo se vanagloria de estar muy atento a la excelencia, a la innovación y a las certificaciones en el ámbito académico, pero, a ojos de los padres no puede presumir tanto de la atención y cuidado específico y personal de los chicos, en concreto a partir de secundaria. Y esta falta de cuidado viene refrendada por los episodios graves registrados en el entorno del centro, en los que “algunos han acabado con expulsiones disciplinarias pero, en otros casos, sencillamente ni siquiera se ha actuado”, detallan algunas familias.

Por eso, muchos padres se sienten indefensos: “has invertido desde que eran pequeños los niños en una institución de confianza para que eduquen y cuiden de tus hijos, y de repente, y sin que nadie te advierta, se multiplica el número de alumnos y el colegio se convierte en otro centro completamente distinto”, comenta una madre. De alguna manera, “nos sentimos estafados”, puesto que “compras un modelo educativo y, a una edad, la más delicada para los niños, su adolescencia, te lo cambian con una mezcla explosiva con niños que provienen de otro ambiente y se masifica el colegio”, concluye.

Padres, antiguos alumnos y escolares en curso del Ciudalcampo lo reconocen y lo asumen, “porque es innegable”, según fuentes consultadas por MERCA2. De hecho, “se habla de ello en casa, como algo natural, incluso sin tener problemas con ningún compañero”, comenta un antiguo alumno de Ciudalcampo que admite que, “ni yo, ni mi hermana hemos tenido problemas, aunque tampoco tenemos entre nuestros amigos a chicos del Santa”.

Pero para otros alumnos la convivencia no resulta tan fácil. Algunas familias han optado por buscar otro centro educativo para sus hijos, por el cambio radical de ambiente que experimenta el Ciudalcampo a partir de la ESO. En ocasiones, a petición de los propios niños, a los que se les cambia su entorno en una edad muy delicada. Situaciones muy difíciles para familias que ven cómo el colegio que eligieron para sus hijos y en el que llevan años invirtiendo para que terminen allí sus estudios, con sus compañeros de siempre, se trasforma en otra cosa.

¿Y cómo reacciona la Dirección del Ciudalcampo ante esta situación? Según denuncian algunos padres, mirando para otro lado. El colegio internacional que dirige Maricruz Lagar Cruz no se da por enterado, si bien los incidentes son conocidos en la zona porque en ocasiones traspasan los límites del recinto escolar, con botellones en urbanizaciones cercanas, por citar un ejemplo, según explican vecinos de la zona.

En este sentido, y pese a los reiterados e insistentes intentos de MERCA2 de reflejar el punto de vista del SEK ante esta situación, no se ha obtenido respuesta de la institución educativa que preside Nieves Segovia. La callada por respuesta ha sido rotunda y deliberada. La amable atención inicial se cortó de forma brusca tras conocerse el asunto que quería abordar MERCA2. Entonces se pasó del amable “lo que necesitéis” al vacío absoluto durante semanas, con teléfonos que no atienden llamadas y correos que no responden.

“No querer asumir que se genera un conflicto, no es la solución”, explica un padre, porque es un hecho, “o lo evitas o le das salida”, sugiere este progenitor que, salvando este asunto, en lo académico, se muestra especialmente contento con el modelo educativo del SEK. Y es que, llama la atención la ausencia de medidas y no intervención de la Institución Educativa, fundada por Felipe Segovia Olmo, ante problemas de seguridad y masificación del alumnado a partir de la ESO en el Colegio Ciudalcampo.

Llamativo sí, pero no inexplicable. En resumidas cuentas, las instalaciones del Colegio Santa Isabel no admiten ampliaciones y, sin alternativa de continuidad para los alumnos de este centro, el SEK perdería una importante cuota de negocio con la fuga de cursos enteros de alumnos a otros centros que, con el tiempo, se extendería también a los ciclos de infantil y primaria ante la imposibilidad de completar todo la educación obligatoria en una misma institución.

Muchos padres consideran que siendo “plenamente consciente” de la situación, el SEK no busca soluciones porque no quiere perder una parte importante de su negocio, que “duplica la facturación del Ciudalcampo, en el momento en el que se duplica el alumnado”.

UNA CUESTIÓN DE NEGOCIO

La colisión de los alumnos de uno y otro centro que pertenecen a la misma institución y a los que supuestamente se educa en los mismos valores, resulta llamativa, pese a que procedan de distintos distritos. “Lo peor no es que pase, lo peor es que es previsible, y hay que encauzarlo desde el primer momento”, comenta un padre, que considera que “si se asumiera, sería evitable”, y percibe “cierta desatención -por parte del centro- sobre gestiones que, de no hacerse, en algunos casos, terminan siendo graves”, concluye.

El centro bilingüe del SEK, situado en la zona norte de la capital en la Urbanización Ciudalcampo, junto al RACE, tiene en sus manos cada año la educación de más de 1.300 alumnos de entre 0 y 18 años, con casuísticas muy amplias -académicas (ofrece hasta tres Bachilleratos), sociales y culturales- aunque, presumiblemente, de familias con un nivel de renta similar, habida cuenta de que las cuotas no varían en función de los distintos centros privados de la institución. Desde las familias hablan de “una estructura sólida y solvente” del SEK, capaz de afrontar este conflicto si quisiera hacerlo.

ESTRUCTURA Y COMPLETA OFERTA SÓLIDAS

Según  los padres consultados, no hay nada que reprochar a la capacidad de adaptación del SEK y de sus centros a la nueva normalidad derivada de la pandemia y al esfuerzo por ajustar los formatos a las nuevas necesidades. Los protocolos de vuelta a las aulas han sido elaborados por el Comité de Reapertura de los Colegios SEK, constituido por los servicios médicos, equipos docentes y expertos en seguridad y mantenimiento.

Por otra parte, se avanza en el modelo pedagógico Future Learning Model que, desde este curso, optimiza el uso del ecosistema digital y los espacios físicos de los colegios, ofreciendo experiencias de aprendizaje personalizadas, a través de metodologías activas que promueven el aprendizaje significativo y el desarrollo de competencias, tal y como se explica en la web oficial de la Institución Educativa SEK.

Para muchos alumnos, entre los aspectos mejor valorados destacan la amplia oferta educativa, con la posibilidad de cursar el Bachillerato Internacional (BI), el Bachillerato Español y el Bachillerato Dual Americano (doble titulación estudiando de manera presencial el bachillerato español y de manera online el bachillerato americano).

Alumnos consultados también ponen en valor la oferta de actividades culturales -oratoria o teatro- y deportivas -fútbol, basket, hípica, golf o natación de alto rendimiento- con “muchas opciones” y con “muy buenas instalaciones”, señalan. Los estudiantes del Ciudalcampo consultados también valoran como una de las fortalezas “las instalaciones compartidas” intercentros “tanto con la Universidad Camilo José Cela como con el SEK El Castillo”.

Entre sus propuestas de excelencia y realización personal también se encuentra el programa de desarrollo deportivo y académico SEK International Sports Academy, por el cual los alumnos pueden compaginar los entrenamientos y la práctica del deporte de alto rendimiento con sus estudios, sin que su aprendizaje o sus resultados académicos y deportivos se vean afectados.

También destacan el Modelo de Debate y Oratoria de Naciones Unidas SEKMUN. Otra de las iniciativas de la institución es la incubadora de proyectos de emprendimiento SEK Lab Junior, puesta en marcha a petición de los estudiantes para dar forma a proyectos innovadores. Uno de los alumnos ha logrado vender una patente a Intel con tan solo 15 años.

En cualquier caso, la inversión de los padres en el SEK como institución de enseñanza privada a la que confiar la educación de sus hijos bien merece el esfuerzo de los centros. El rango de precios que pagan las familias oscila entre los 800 euros y los 1.100 euros por mes y alumno, en función de los servicios contratados.

¿Y LA UNIVERSIDAD CAMILO JOSÉ CELA?

Por alguna razón el SEK consigue derivar a los alumnos del Colegio Santa Isabel al Ciudalcampo para completar los ciclos de ESO y Bachillerato en la misma institución. Sólo un porcentaje reducido de alumnos cambian de centro ante la necesidad de abandonar las instalaciones del barrio de Lavapiés, aunque Ciudalcampo está a muchos kilómetros en la otra punta de Madrid. Sin embargo, con la Universidad Camilo José Cela, también del SEK, no ocurre lo mismo y muchos alumnos tras terminar el colegio elijen universidades distintas.

Así, el poder de atracción del centro universitario sobre los alumnos del SEK es bastante limitado. No se ha encontrado la manera de derivar a los estudiantes una vez concluida la etapa del colegio.

Esta información se ha actualizado en el siguiente artículo: Solicitud de publicación de la Institución Educativa SEK


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