Uno de los síntomas que primero se confirmó en pacientes con Covid-19 que presentaban peor cuadro clínico fue la neumonía. Una afección con diferentes grados según los pacientes pero que tenía unos indicadores muy precisos: bajada en la saturación de oxígeno. Y es que el coronavirus ataca especialmente a los pulmones, impidiéndoles oxigenar correctamente la sangre. Esto, a su vez, genera otro tipo de complicaciones médicas, que pueden presentarse tanto durante la enfermedad como en el proceso de recuperación. Dado que la insuficiencia respiratoria se ha convertido en el aviso más grave de complicación por coronavirus, muchos ciudadanos se preguntan si es conveniente o no tener un oxímetro en casa. En MERCA2 recomendamos siempre acudir a su médico de cabecera y seguir los protocolos establecidos para sintomatología compatible con el Covid-19. No obstante, es conveniente aclarar qué es, cómo funciona y dónde comprar un oxímetro.
1OXÍGENO EN SANGRE Y LA HIPOXEMIA
El nivel de oxígeno en sangre indica la cantidad de oxígeno que en es momento circula a través de la sangre. En esta, los glóbulos rojos actúan de recolectores del O2 de los pulmones. A través del sistema circulatorio este elemento vital para el organismo llega a todas las partes del cuerpo.
¿Cuál es el nivel normal de oxígeno en sangre? Los médicos consideran valores normales los comprendidos entre 75 a 100 mililitros de mercurio o entre 95% y 100%, si nos atenemos a los valores que aportan aparatos como los saturómetros u oxímetros y que con la pandemia del coronavirus se han popularizado.
Cuando se registra un nivel de oxígeno en sangre inferior al 90% se denomina hipoxemia. En muchos de los pacientes con coronavirus que han sido ingresados en UCIs presentaban niveles bastante por debajo del 90% de oxígeno en la sangre. Efectos asociados a esta situación son la dificultad para respirar, dolores de cabeza muy persistentes o la confusión, que muchos pacientes Covid-19 han experimentado. No obstante, la hipoxemia puede deberse a otras muchas patologías como anemia, enfermedad cardíaca, EPOC o Apnea del sueño, entre otras muchas. De hecho, si se padece o se sospecha de alguna de estas enfermedades, se recomienda contar con un oxímetro para controlar la saturación.