En el amplio propósito de realizar algún tipo de dieta beneficiosa para adelgazar, desde las que son fijas en alimentos como la manzana, el té o a la vegana, entre otras, pasando por la mediterránea o la Ornish (más completas), vemos también que cada una tiene un programa que la hace ser más saludable que otras. Eso es algo que no ocurre al 100% con la Whole30.
Y es que este tipo de régimen alimenticio se ha ido haciendo cada vez más popular entre el público de manera que, en los últimos años, ha sido de las más buscadas por gran parte de los que quieren perder un peso significativo. Sin embargo, y a diferencia de otras, la dieta Whole30 no es tan provechosa… sino más bien extrema para la salud y nuestra alimentación. La conocemos desde MERCA2.
6Es un plan que no ha pasado un control de estudio sobre su efectividad y no está muy bien valorada (contiene demasiados alimentos altos en colesterol)

La ejecución de la misma requiere de muchísima disciplina. También existe una gran advertencia: el programa no es el más amado ni el más recomendado por los nutriólogos y los expertos en medicina.
Y es que muchos de estos profesionales de la salud enfatizan que Whole30 podría no ser tan bueno para todos como proclaman. Entre los puntos que crean desconfianza, está el que este tipo de dieta no ha pasado un control de estudio sobre su efectividad.
Esto, también, al tiempo del que son muchos los expertos que se pronuncian sobre que es un tipo de régimen alimenticio del que figura en una posición muy baja en el ranking anual de las listas relacionadas. Por otra parte, llevan a que es un plan que contiene demasiados alimentos que son altos en colesterol y sodio (dependiendo de la selección de alimentos que se haga). Además, preocupa que se altere el microbioma, es decir la flora que vive en el tracto intestinal.