Es habitual que cuando pensamos en un emprendedor nos venga a la mente alguien que puede dedicarle el 100% de su tiempo a su proyecto. Sin embargo, en muchos casos se afronta el reto teniendo además otra responsabilidad laboral, lo que obliga a hacer “malabarismos” para poder llegar a todo. Por eso, en esta ocasión vamos a ver cómo emprender sin dejar tu trabajo y que esto no se convierta en un problema.
Lo de soñar con ser nuestro propio jefe es algo que a todos se nos ha pasado por la cabeza en alguna ocasión, pero no todo el mundo tiene la valentía y la fuerza de voluntad suficientes para asumir el reto y ponerse manos a la obra, y mucho menos cuando se tiene otro trabajo al que atender. Quienes deciden hacerlo demuestran una fuerza de voluntad férrea que puede conducirles al éxito por el camino más corto. Pero, ¿cómo se puede compaginar el emprendimiento y un trabajo por cuenta ajena?
2Comprométete con tu idea
Es normal que cuando tienes una idea para emprender te sumerjas en el proceso con toda la ilusión del mundo. Pero, a medida que pasa el tiempo, aparecen trabas burocráticas y dificultades de todo tipo, lo que puede afectar a tu nivel de motivación.
Si a eso le sumamos que tienes que trabajar, es posible que nunca encuentres el momento perfecto para dedicarlo a tu proyecto. De ahí la importancia de estar altamente comprometido con tu idea. No afrontes las tareas de emprendimiento como una obligación, sino como algo que haces con auténtico gusto y que te llevará a conseguir algunos de tus objetivos vitales.