El año 2020 va a ser recordado, en el mundo de la construcción, por el año de los Fernández. Marcelino Fernández Verdes, consejero delegado en ACS, y José Antonio Fernández Gallar, su homónimo en OHL, han sido protagonistas en sus respectivas empresas. Confianza es la palabra que ha definido su situación, y su periplo.
Marcelino Fernández Verdes ha sido, hasta este año, el sucesor de su jefe: Florentino Pérez. Pero el presidente de ACS ha perdido la confianza en su delfín. Buena prueba de que este matrimonio ha comenzado a romperse es que Marcelino Fernández Verdes dejó su puesto como presidente ejecutivo de la filial australiana Cimic. Su sustituto es Juan Santamaría.
Una película totalmente distinta es la de José Antonio Fernández Gallar. El consejero delegado de OHL ha conseguido ganarse el respeto de los hermanos Luis y Mauricio Amodio. Ambos desembarcaron en la compañía adquiriendo el 16% del capital social de la compañía que, con anterioridad, estaba en manos de Villar Mir. Los hermanos mexicanos le dieron un voto de confianza porque había conseguido reconducir parte del problema de OHL. Y no lo ha desaprovechado.
SIN PERDÓN
Que Florentino Pérez haya perdido la confianza en Marcelino Fernández Verdes dan cuenta otros hechos. Por ejemplo, junto al consejero delegado de ACS, vieron la puerta de salida dos de sus hombres de mayor confianza: Ángel Muriel y Adolfo Valderas. El dedo acusador de Florentino Pérez no les perdona la fallida apuesta en Oriente Medio.
Los malos resultados de la constructora Dubai BIC Contracting (BICC), controlada en un 45% por Cimic, (se habla de un agujero de 1.000 millones de euros, aunque hay quien duplica dicha cantidad) acabaron dañando de manera grave los de ACS. Y Florentino Pérez no perdona.
Tampoco han sido buenos los resultados de Abertis. La filial de ACS, presidida por Marcelino Fernández Verdes, ha acabado condicionando los resultados del grupo. La contribución al Ebitda y al beneficio neto de ACS fue inferior en 251 y 201 millones de euros respecto al mismo mes de 2019, respectivamente.
AÑO CLAVE EN ACS Y OHL
Por lo que respecta a José Antonio Fernández Gallar, consiguió buenos resultados durante el pasado año. Sin duda, un buen argumento para su continuidad. Por ejemplo, redujo la deuda hasta los 106 millones de euros. Pero, en estas, llegó la pandemia. Y la pregunta que flota en el ambiente es si el virus acabará afectando a los planes de remontada de la constructora.
De junio a noviembre, OHL ha conseguido adjudicaciones que superan los 860 millones de euros. De enero a junio, esa cantidad había sido de 324 millones de euros. En total, 1.184 millones de euros. Eso sí, la pandemia ha tenido su efecto: pérdidas de 114,2 millones de euros, frente a los 10,4 millones del mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el Ebitda aumentó un 33,4% (53,5 millones de euros). Sin la covid-19, esa cantidad se hubiera alzado hasta los 83,5 millones. Y eso hubiera supuesto casi el doble que el año pasado.
De cara a 2021, tanto Marcelino Fernández Verdes como José Antonio Fernández Gallar jugarán partidos importantes. Quién sabe si quizás finales. El consejero delegado de ACS deberá remontar, y retomar la confianza que ha perdido con Florentino Pérez. Labor harto difícil. Las desinversiones de ACS este año, por encima de 7.500 millones, no ayudan. Por lo que respecta al consejero delegado de OHL, tres son los deberes que tendrá sobre la mesa: reducir los costes, rebajar la deuda neta, y potenciar a OHL en otros países. De conseguirlo, su continuidad será más plausible.