Este final del año 2020 nos ha traído algo espectacular, el lanzamiento al mercado de las consolas Xbox Series X y la PS5. Ambas tienen un gran parecido en su hardware, ya que estos han sido fabricados por la compañía estadounidense AMD, pero lo cierto es que hay otros componentes en los que se aprecia la gran diferencia que hay entre las dos.
Es por ello que, antes de elegir cuál de las dos vas a comprar, conozcas a fondo cada una de las consolas. A continuación, levantamos el capó de la Xbox Series X y la PlayStation 5 para descubrir qué es lo que tienen que ofrecer.
El procesador de la Xbox Series X y la PS5
Empezaremos explicándote todo sobre el procesador de la Xbox Series X y la PS5. Lo primero que debes saber, es que ambas consolas cuentan con un procesador de la empresa AMD de 8 núcleos y 16 hilos, los cuales están basados en la arquitectura Zen 2 de 7 nanómetros. Y a pesar de ello, el alcance de la frecuencia de ambas es distinta. En el caso de la consola de Sony, llega hasta 3,5 GHz, y en la consola de Microsoft, llega hasta 3,9 GHz.
A día de hoy, los juegos para la PS4 y la Xbox One están preparados para poder funcionar con 7 núcleos, y el restante es para el sistema. Debido a ello, los primeros títulos para estas consolar van a necesitar los 7 núcleos con SMT desactivado. Hasta que los nuevos motores no se adapten a las nuevas consolas, no se podrá usar el SMT de nuevo. Este supone una mejora para el rendimiento del multinúcleo de los procesadores, pero la frecuencia se reduce.
Así que, con el SMT activado, tendremos una frecuencia de 3,6 GHz para la Xbox Series X. En cambio, Sony afirma que la frecuencia con SMT variará, pero va a ser mejor de los 3,5 GHz a los que funciona el chip. Es muy probable que gracias a la solución térmica con la que cuenta la Xbox Series X, es que se ha conseguido una mejor frecuencia para sus chips.
