Este final del año 2020 nos ha traído algo espectacular, el lanzamiento al mercado de las consolas Xbox Series X y la PS5. Ambas tienen un gran parecido en su hardware, ya que estos han sido fabricados por la compañía estadounidense AMD, pero lo cierto es que hay otros componentes en los que se aprecia la gran diferencia que hay entre las dos.
Es por ello que, antes de elegir cuál de las dos vas a comprar, conozcas a fondo cada una de las consolas. A continuación, levantamos el capó de la Xbox Series X y la PlayStation 5 para descubrir qué es lo que tienen que ofrecer.
Unidad SSD y almacenamiento de la Xbox Series X y la PS5
Por último, os hablaremos de la unidad SSD de ambas consolas, además de su almacenamiento. Por primera vez para las dos, van a contar con una unidad SSD. En lo que se refiere a la PS5, esta es de 825 GB, y en el caso de la Xbox Series X, es de 1 TB. Pero claro, en la consola de Sony, la suya será el doble de rápida que la de su rival.
En el caso de ambas, sus unidades SSD han sido fabricadas con diseños personalizados. La PlayStation 5 llega a alcanzar los 5,5 GB/s, frente a los 2,4 GB de la Xbox Series X. Con respecto a los datos comprimidos, la consola de Sony llega hasta los 9 GB/s, superando a los 4,8 GB/s de la de Microsoft.
En su día, Microsoft reveló que el cambio de los títulos de la consola anterior a la nueva se podía realizar de forma casi instantánea. Todos los que están guardados en la RAM, pasarán a ser guardados en la SSD al cambiar a la nueva Xbox Series X. Gracias a esto vas a poder seguir jugando por donde lo habías dejado, esperando solo uno segundos de carga. En ambas consolas tienes la posibilidad de ampliar el espacio, la PS5 acepta unidades NVMe, siendo Sony la que permite añadir unidades SSD de otros fabricantes. Para la Xbox, hay un slot para tarjetas adicionales. Ambas permiten usar discos duros y SSD externos mediante USB.
