No hay duda de ello: el jamón es uno de los grandes placeres a nivel culinario que es posible encontrar en España. Todas las personas carnívoras de nuestro país, y muchas que vienen del extranjero, piensan que este alimento es una de las mejores experiencias gastronómicas a la que nunca se hayan enfrentado.
Y mira que hay tipos y variedad de jamón. Pero tal y como dicen muchos de los mejores expertos de este alimento, las dos categorías reinas son el serrano y el ibérico. Y eso que a veces se tienden a confundir. Si eres uno de ellos o simplemente quieres profundizar un poco más en las diferencias de este alimento, te recomendamos que leas este artículo. Porque te vamos a explicar las grandes diferencias que hay entre el jamón serrano y el jamón ibérico.
5Características organolépticas del jamón

Las características organolépticas son las descripciones de la materia en cuestión. Y al comparar las del jamón serrano e ibérico, es cuando realmente se pueden apreciar las diferencias de estos alimentos a nivel culinario y sensorial. Por ejemplo, la carne del jamón serrano tiene tonos que se mueven entre rangos púrpuras y rosados. Y su carne es poco fibrosa, pero tiene una textura muy homogénea.
Mientras que la carne producida con el cerdo ibérico tiene tonos que tienden más al rojo. Además tiene pequeñas cantidades de grasa entre la carne. Por eso a nivel visual este tipo de jamón es tan reconocible.