Es algo habitual que el emprendedor dedique muchas horas cada día a su negocio o a todo lo relacionado con la puesta en marcha del mismo. Sin embargo, cuando nos embarcamos en un nuevo proyecto corremos el riesgo de que este nos absorba demasiado y nos olvidemos hasta de las cosas más elementales, entre ellas nuestra salud.
En la vida del emprendedor suele ser habitual ir corriendo a todos lados, tener poco tiempo para descansar, comer cualquier cosa delante del ordenador y hasta una cierta obsesión con el negocio. Y todo esto no es nada positivo para la salud ni a nivel físico ni a nivel mental, así que vamos a ver algunos consejos para que empieces a cuidarte.
Aunque seas emprendedor, no te aferres demasiado a tu idea
Es normal que te sientas apegado a tu negocio, pero puede ocurrir que por unas cosas o por otras no vaya tan bien como esperabas. Un proyecto que va mal es una fuente de preocupaciones a todos los niveles y te puede acabar quitando el sueño. Sin embargo, debes tener la mente lo suficientemente fría para tomar decisiones.
En muchos casos se puede superar la crisis, pero en otros no es así. Si ha llegado el punto en que tu negocio se ha convertido para ti en una auténtica pesadilla y no ves la salida, es el momento de poner fin a esa aventura emprendedora, porque si sigues con ella al final solo conseguirás que tu salud se vea afectada por los altos niveles de estrés y ansiedad que soportas.
