El consejero delegado de Liberbank, Manual Menéndez, ha afirmado que el banco quiere remunerar a sus accionistas con dividendos en efectivo y programas de recompras de acciones cuando los reguladores lo permitan.
Así lo ha puesto de manifiesto durante la presentación de resultados del tercer trimestre, en la que el directivo no ha querido desvelar más información sobre el proceso de negociación de una fusión con Unicaja.
«Ustedes saben lo que Liberbank piensa de la consolidación bancaria y de la creación de valor para los accionistas. Seguiremos informando al mercado de cualquier avance o decisión relevante», ha dicho el consejero delegado tras ser preguntado por la fusión con Unicaja.
EXCESO DE CAPITAL
Respecto al exceso de capital de la entidad, el consejero delegado ha manifestado su voluntad de remunerar a los accionistas, cuando lo permitan los reguladores, con una combinación de dividendo en efectivo y recompras de acciones.
La recompra de acciones propias, ha reconocido, es «particularmente atractiva ante el precio actual que tienen las acciones de Liberbank».
Por otro lado, los analistas han pedido al consejero delegado una valoración sobre la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre el IRPH, que declaró que el índice no era transparente pero tampoco abusivo. Según este fallo, Menéndez ha señalado que no cree que los bancos deban compensar a los consumidores.
LA MORA SE VERÁ EN 2021
Por su parte, el director general corporativo y de finanzas de Liberbank, Jesús Ruano, ha destacado que el tercer trimestre del año ha sido muy positivo, gracias al mayor volumen de préstamos y al menor coste de financiación.
En concreto, ha destacado la buena evolución del segmento de hipotecas, con una demanda creciente para la vivienda residencial. «Tenemos una plataforma hipotecaria muy eficiente y seguiremos ganando cuota de mercado», ha asegurado.
Según sus previsiones, el margen de intereses crecerá alrededor del 5% en 2020, excluyendo los extraordinarios del primer trimestre, y mostrará «resiliencia» en 2021 gracias al previsible crecimiento en préstamos y a los menores costes de financiación.
En cuanto a la morosidad, el directivo ha afirmado que todavía no se ha notado el impacto del Covid-19 en este sentido y espera que se materialice en el próximo año, si bien cree que será «limitado» gracias a las medidas de apoyo a familias y empresas, al bajo riesgo de la cartera del banco y a su reducida exposición a los sectores más afectados por la crisis.