A todos nos encantan las patatas fritas, ya sean las fritas o las de bolsa, pero estas últimas tienen un problema que nos chirría de toda la vida, y es el hecho de que la bolsa venga siempre medio vacía. Cuando tienen un precio económico, como las de la marca Hacendado, no nos duele tanto, pero cuando son de una marca cara, ya no nos hace tanta gracia.
Si las latas de Pringles vienen hasta arriba, ¿por qué no pasa lo mismo con las bolsas de las demás marcas de patatas? Lo cierto es que hay una razón de peso para que esto sea así, y una vez conozcas el motivo, seguirás quejándote, pero sabiendo que no queda más remedio.
3No es solo aire

Este espacio que ayuda a evitar que se rompan las patatas fritas no se trata de oxígeno. Lo cierto es que es nitrógeno. Los paquetes se llenan con este gas para lograr un snack igual de crujiente y sabroso. Si la bolsa estuviera llena de oxígeno, las patatas llegarían hechas un desastre mayor. Y es que la humedad del aire provocaría que las patatas se ablandaran y el aceite se ponga rancio. Eso que sucede cuando no nos terminamos una bolsa, rara vez, y la dejamos mal cerrada.
El nitrógeno es la mejor solución para rellenar las bolsas de patatas para que se mantengan frescas desde que se envasa hasta que se abre el paquete. Además, tampoco es dañino para nuestra salud, ya que el 78% del aire que respiramos está compuesto por nitrógeno. Así que sí, la razón de que tengamos tan pocas patatas fritas por bolsa se debe a que esta se rellena en gran medida de nitrógeno. Pero si nos paramos a pensarlo, es mejor que sea así, a comprar una bolsa en la que solo tengamos migajas. De ser así, no tendríamos este rico snack en los supermercados.