Six gana la batalla: BME se despide de la Bolsa

«La Bolsa sale a Bolsa» se leía en los carteles del parqué madrileño hace 14 años. En julio de 2006, Bolsas y Mercados Españoles (BME) tocaba la campana y se convertía en una empresa cotizada. Este mes de septiembre, la operadora de las Bolsas españolas (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) dirá adiós. Y así ,Six habrá ganado la batalla entre los operadores europeos que siempre han mostrado interés por hacerse con la empresa española.

Six Group (que lanzó una OPA en noviembre) ejecutará su derecho de venta forzosa sobre las acciones de BME de las que todavía no es titular el próximo día 24, para lo que pedirá a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que suspenda la negociación tras el cierre del mercado del día 14.

Hace diez meses, el operador suizo hizo una oferta de compra a BME por algo más de 2.800 millones de euros, a razón de 34 euros por acción. Tras el visto bueno del Gobierno y la CNMV en marzo, el del consejo de BME en abril, y sin contraopa de por medio, todo fue viento en popa. Así, a cierre de junio, Six ya contaba con un 93% de la española. Actualmente, controla más del 95% de su capital social.

EL PAPEL DE DEUTSCHE BORSE

Desde que BME empezó su andadura como cotizada, los inversores y analistas han especulado con una OPA amistosa por parte de Deutsche Börse, la empresa encargada de las operaciones en la Bolsa de Fráncfort. El entonces presidente de BME, Antonio Zoido, ya explicó en ese momento que no habían mantenido negociaciones con ningún operador de mercados. Sin embargo, antes de la OPA de Six, la alemana volvía a aparecer en la puja.

Pero en este momento ya había más competidores, Euronext (el gestor de las Bolsas de París, Bruselas, Ámsterdam, Lisboa, Londres, Dublín y Oslo) también se había posicionado en la batalla. De hecho, antes de que Six lanzara la OPA, BME reconocía conversaciones ellos.

El mercado descontaba que iba a haber una guerra de OPAs, de hecho, tras la oferta de Six, las acciones de BME se dispararon un 40% en cuatro sesiones, superando los 34 euros que había ofrecido la Bolsa Suiza para hacerse con ella. El consejero delegado de la compañía, Javier Hernani, se mostraba abierto a más ofertas. “Os pido paciencia porque esto va a ser un maratón”, declaraba. Entendiendo que otras empresas se acercarían. Pero la oferta de Six era “generosa” y no se llegó a más.

Los analistas destacan que entrar en una guerra de OPAs hubiera sido muy positivo porque incrementaría el precio inicial que lanzó Six Group, y lo sería aún más para el bolsillo del accionista. Al no ocurrir esto, los expertos recomendaron a los accionistas acudir a la OPA pues no tenía sentido quedarse con un valor en cartera que podría quedar con escasa liquidez.

HABÍA ESPERANZA

A pesar de que Deutsche Börse y Euronext se autoexcluyeran de la OPA, los accionistas tenían esperanza y los grandes fondos se lanzaron de lleno a entrar o aumentar su participación en la recta final.

Dadas las circunstancias (el confinamiento a raíz de la pandemia del covid-19) el periodo de aceptación se había extendido de mayo a junio. Una decisión que tomó Six para asegurarse que todos los accionistas tuvieran el tiempo y los medios para tomar una decisión.

Pero entonces JPMorgan optó por entrar en el accionariado aflorando un 6% en apenas dos meses. En la misma línea, Goldman Sachs irrumpió con una participación del 1,66%. Y BlackRock subía subido su participación hasta cerca del 4%. Esto dejaba a JPMorgan como el segundo mayor accionista de la empresa, por detrás de Corporación Financiera Alba, que ya controlaba un 12,06% del capital de la compañía. Pero esta ya había anunciado que aceptaría la oferta, por lo que se desprendería de su participación, al igual que BME.

SIX GANA

Al final Six ganó la batalla, acabado el periodo de aceptación (la OPA estaba condicionada a que fuera aceptada por, al menos, el 50% del capital de BME más una acción) la empresa suiza había logrado el 93,16% del capital, desembolsando un total de 2.569,1 millones de euros.

A lo largo de agosto se hizo con otro 1,08% del capital social (94,249%) y se quedaba a un 0,75% llegar al 95% que le permitía ejercitar el derecho de venta forzosa (squeeze out), y en consecuencia, eliminar a la compañía de Bolsa. Finalmente lo consiguió en los primeros días de septiembre.

Ahora Six ha explicado que ejecutará su derecho de venta forzosa sobre las acciones de BME de las que todavía no es titular el 24 de septiembre, y pedirá a la CNMV que suspenda su negociación tras el cierre del mercado del día 14 de septiembre. BME dejará la Bolsa a petición de la suiza, pero existe la posibilidad de volver a cotizar, solo que bajo el paraguas SIX-BME. Llegado el momento, podría hacerlo tanto en la Bolsa suiza, como en la española, pero también en ambas.

EL TIRÓN DE SIX

La analista de Renta4, Natalia Aguirre, considera que la empresa “va a crecer más con el tirón de Six” aunque también habrá menor payout, porque la suiza ya ha sugerido que reducirá el porcentaje de beneficios que ha destinado BME históricamente a dividendos.

Por su parte, Six considera que esta operación fortalecerá los ecosistemas español y suizo, con la creación de centros de excelencia y con la aportación de nuevas capacidades a los participantes de las dos entidades, así como atrayendo a España nuevos fondos de capital globales.

En la misma línea, el consejero delegado de BME, Javier Hernani, asegura que formar parte de Six es una buena noticia para la española, ya que ambas entidades juntas tienen un modelo de negocio más sólido que les permitirá mejorar continuamente la oferta de productos y servicios, así como ampliar significativamente su alcance.