viernes, 13 diciembre 2024

El dilema de Endesa: residuos o 175 M€ para achatarrar As Pontes

El proceso de cierre de las centrales térmicas de carbón en España está cantado y en marcha. Con el cambio de modelo energético llega la descarbonización sobre el terreno. Y en su paso del dicho al hecho, el cierre de una de estas centrales de Endesa, coloca a la eléctrica en una incómoda encrucijada.

Las características técnicas de la central de As Pontes la hacen única en Europa y capaz de reconvertirse en una planta de generación a partir de biocombustibles -lodos y otros residuos locales-. Las intenciones de la compañía pasan por cerrar y apostar por otros proyectos renovables, lo que supondría dar la espalda a los trabajadores. Y, ¿dónde quedaría entonces la cacareada transición justa suscrita por Endesa?

Nadie cuestiona que el carbón es pasado. Pero tampoco se puede negar que la de As Pontes no es una térmica más. Las oportunidades que ofrece a nivel técnico y tecnológico invitan a pensar en reconvertirla en una central alimentada con biocombustibles y no en el cierre. El alcalde de As Pontes, Valentín González, el comité de empresa y la comarca al completo ponen en valor la inversión de 220 millones de euros realizada por Endesa, hace poco más de dos años, para adaptarla a la nueva normativa europea de emisiones.

“La caldera de As Pontes es perfecta para un tipo determinado de biocombustibles porque antes quemaba turba”, explica a MERCA2 Marcos Prieto, de la sección de FIA-UGT Endesa Galicia. El también vicepresidente del comité de empresa comenta además que “contribuiría a valorizar lodos de depuradora que, a partir de julio 2022, serán material de vertedero”.

Además, el excedente en Galicia de este tipo de residuos garantiza el abastecimiento de la central con esta fuente de energía, al tiempo que da respuesta a un problema de contaminación de los suelos y acuíferos. A mayores, Canal de Isabel II, la empresa pública de gestión de agua de la Comunidad de Madrid, ofrece 485.000 toneladas de lodo seco al año.

Bastaría con una pequeña inversión -menos de 1,5 millones por cada uno de sus cuatro grupos generadores de potencia- para transformarse en una planta de generación a partir de biocombustibles. Y la viabilidad de esta solución plantea muy buenas expectativas. “Normalmente en la reconversión de este tipo de plantas se sustituye el carbón por madera pelletizada, sin embargo, aquí sólo se emplearía material de vertedero, algo único, que no ocurre en otras centrales”, remarca el representante sindical.

Sin embargo, frente al entusiasmo de los trabajadores, Endesa no se resiste a la tentación de optar por el camino fácil. La eléctrica estaría más cerca de cerrar y apostar por un proyecto eólico, que demanda menos trabajadores, minimiza la logística y se gestiona en remoto. Un parque eólico genera empleo «en la fase de construcción” recuerda Prieto, y no serviría para recolocar a todos los trabajadores directos e indirectos -unos 600- que desarrollan su actividad en torno a la central térmica.

“Los proyectos de solar y aerogeneración los gestiona Endesa en remoto, con mínimo coste, máximo beneficio, y trabajadores que no protestan, porque no hay”, afirma Prieto en relación a otras tecnologías alternativas al carbón en As Pontes.

“La transición justa tiene muchas visiones, y lo que hay que buscar son alternativas para la zona” comenta Prieto, “Endesa puede invertir 175 millones de euros en la demolición de la central, pero con menos inversión -cerca de 1,5 millones de euros por grupo- para su adaptación y optimización de la gestión las cenizas, puede invertir en su continuidad” y reconvertir la central. Hablamos de biocombustibles procedentes de la cabaña ganadera, que en Galicia concentra el 40% de la producción del vacuno del país, además de ostentar el primer puesto como productor de carne de porcino y de gallina.

ENDESA, A EXAMEN EN SEPTIEMBRE

Pese a que la decisión final la tomará Endesa teniendo en cuenta criterios empresariales, éstos se verán sometidos a los argumentos técnicos que determinen la viabilidad del empleo de biocombustibles. “Hay un compromiso de profundizar en las pruebas para verificar la viabilidad técnica, medioambiental y económica”, explica Prieto que incide en que los convenios de transición justa recogen que “la central se cerraría si no hubiera alternativa al carbón”, en estas tres vertientes.

Por eso en septiembre Endesa se enfrentará al examen que marcará su futuro. En concreto el día 7, están previstas las pruebas de aproximación para analizar y validar si la central puede funcionar con biocombustibles, en este ensayo inicial, de forma híbrida con el carbón. En principio se aplicaría una cocombustión a un porcentaje del 50%, “para comprobar aspectos como que no haya exceso de rechazo o la combustión en la cadena”.

En función de los resultados de estas pruebas de aproximación, se avanzaría en ensayos en profundidad, con el propósito de utilizar sólo biocombustibles, ya eliminando el carbón, y empleando gas como soporte de base.

EL MAYOR PROYECTO ECOLÓGICO DE LA PENÍNSULA

Los trabajadores y todos los sectores que respaldan la reconversión de la planta hablan del “mayor proyecto ecológico de la península” por su capacidad de valorizar los lodos de depuradoras y de gestionar así el problema de contaminación derivado de estos residuos. El proyecto contribuiría a “eliminar carga de gestión de residuos a los ganaderos” incide Prieto, y eso sin contar con que “además ya disponemos de una de las flotas más modernas de España con 150 camiones de última generación”, previstos para el transporte del carbón.

El representante de los trabajadores insiste en la tecnología puntera de la central y destaca que los trabajadores están “bastante ilusionados” con un proyecto que describe como “paradigma de la economía circular”.

El Instituto Enerxético de Galicia (Inega) -dependiente de la Xunta de Galicia-, la Intervención General de la Administración del Estado (Igae), y el IDAE forman parte del comité de expertos, que incluye también técnicos de Endesa, que velan por el correcto proceso de verificación de la viabilidad de esta alternativa al carbón.

“Los gestores de residuos que generaban abono agrícola son los productores de biocombustibles”, en concreto de 25 millones de metros cúbicos de lodos primarios de ganadería, que supone “un exceso de producción frente a lo que pueden absorber las fincas”. Además, la Xunta ha anunciado que va a construir cuatro secaderos (de purines) y también proyectos de gestión de biogás (a partir de purines). Iniciativas locales que garantizarían, aún más, el abastecimiento de la central reconvertida.

“Resulta descabellado que achatarremos lo que tenemos” reprocha Prieto a la eléctrica, y detalla que se trata de una instalación “a la vanguardia, mantenida y en la que se sigue invirtiendo”. A falta de una decisión definitiva, el cierre de la central de carbón de As Pontes está solicitado para junio de 2021.


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