El hostil efecto que el exoplaneta en zona habitable Próxima b -de masa similar a la Tierra- recibe por la cercanía a su estrella, una enana M, puede ser clave para que la vida prospere. A 4,23 años luz de la Tierra, la estrella anfitriona de este mundo, Proxima Centauri, es una estrella de fuerte actividad, con intensas llamaradas que se espera que proporcionen un ambiente muy hostil para planetas potencialmente habitables en su órbita.