Luces, wésterns y ruinas: el ‘triunfo’ de la alicaída Trece

Trece se ha llevado una de las primeras alegrías de su desangelada existencia a pesar de que está a punto de cumplir diez años de vida. La cadena episcopal ha cerrado mayo como la opción favorita entre los ‘canales pequeños’ de la TDT al alcanzar un discreto 2,4% de share.

La principal clave del triunfo del canal es su predicamento entre el público jubilado. Tal y como advierte la consultora GECA en su análisis de audiencias del mes de mayo, el canal duplica prácticamente su share entre el público mayor de 64 años (4,9% de share).

Cabe recordar que el público envejecido es el menos deseado para los anunciantes y este hecho agrava la ruinosa situación de Trece, que acumula pérdidas superiores a los noventa millones de euros desde sus inicios.

FDF PROPULSA A TRECE

Factoría de Ficción acumulaba más de ocho años de triunfos consecutivos entre los canales temáticos en abierto. Pero este canal, alicaído tras reponer más de 2.000 horas anuales de ‘La que se avecina’, ha perdido pegada y ha logrado su peor resultado desde abril de 2011.

El tercer canal de Mediaset sufre una caída interanual de medio punto y facilita el triunfo de Trece, que basa su subida en la Comunidad Valenciana. Eso sí, ‘la tele de los obispos‘ ni siquiera ha roto su techo: en enero de 2015 alcanzó un 2,5% de share y en agosto del pasado año logró otro 2,4%.

LAS TARDES VIOLENTAS, ESPECIALIDAD EN TRECE

Trece acumula tres años de liderazgo entre los canales minoritarios de TDT gracias a copiar la vieja fórmula de algunas televisiones autonómicas: emitir cine western. La cadena episcopal no cuenta con un catálogo demasiado amplio de este género violento que se emite en pleno horario infantil.

Es por ello que muchas películas se repiten hasta dos o tres veces en un mismo año. Tampoco son de estreno las películas que se emiten los fines de semanas, pasto de acción ochentera y de comedias zafias, desfasadas y machistas producidas durante el franquismo.

UN CANAL ANACRÓNICO

El único problema de Trece no es su desagradable catálogo cinematográfico. Y es que esta ruina impulsada por Fernando Giménez Barriocanal no deja de acumular pérdidas: más de noventa millones y subiendo.

Ni la obtención de una licencia en TDT, que les permitió dejar de pagar por el arriendo de una señal a Unidad Editorial, parece haber aliviado unas cuentas rescatadas hace casi dos años mediante la ampliación de un crédito que ascendió a 28,5 millones de euros.

LA EQUIS

La comunidad católica española casi al completo está feliz porque la exitosa ‘Santa misa’ se emite cada mañana en Trece. Este hecho posibilita que personas mayores, que no se pueden desplazar a las iglesias, tengan la posibilidad de seguir la eucaristía desde sus hogares.

Pero esta hora diaria de programación sociorreligiosa no justifica el hecho de que se hayan dilapidado casi cien millones de euros en una década. Porque a la Conferencia Episcopal hubiera sufrido pérdidas cincuenta veces inferiores con el simple hecho de alquilar a otros canales una franja horaria matinal, con escaso coste.

Aunque lo más sangrante para muchos católicos es comprobar que la Conferencia Episcopal dilapida alrededor de diez millones de euros diarios en tener una tele gracias a la casilla del IRPF, felicidades al PSOE, mientras Cáritas recibe solo alrededor de seis.

En definitiva, que Trece ni sueña con salir de los números rojos. ¿Con qué fin? ¿Emitir una hora de religión? ¿Repetir cine? ¿O tener una serie de programas informativos con un argumentario cercano al de Génova 13?

OPA A INTERECONOMÍA

Enero de 2013: Julio Ariza está que trina con ‘los suyos’. Y es que Rajoy le echa una mano… al cuello. Fernando Giménez Barriocanal, que por aquellos días se movía con soltura por La Moncloa gracias a la exCOPE Carmen Martínez de Castro, le hace el juego sucio al Gobierno y lanza una OPA sobre los productos estrella de Intereconomía TV.

El programa más visto del canal del toro era ‘El gato al agua’. Y Barriocanal, ni corto ni perezoso, ficha a su presentador Antonio Jiménez y a la mayoría de tertulianos. Con este equipo pone en pie un proyecto con un nombre escogido con la única intención de hacer daño: ‘El cascabel al gato’, que aplaudió que el Gobierno del PP le diese una licencia a Trece en octubre de 2015.

Ahora ‘El cascabel’, que hace años perdió a su gato, sigue en antena. Lo hace con una línea editorial antigubernamental y poco pía: esta semana un economista desdeñaba el ingreso mínimo vital. Y no es de extrañar. Porque entre muchas de las estrellas de COPE y Trece hay más afición por propagar el liberalismo que de acordarse del pobre.

EL TRIBUNAL DE CUENTAS, TRAS LOS PASOS DE TRECE

El control del dineral que recibe la Conferencia Episcopal a través de la campaña de la Renta brilla por su ausencia. El Tribunal de Cuentas detalló en un informe que Trece recibió veinte millones de euros, hecho que podría vulnerar las leyes europeas.

Trece
Antonio Jiménez.

Según desveló eldiario.es, en el informe se dice que «20 millones de euros procedentes de fondos estatales son aportados como fondos propios a una sociedad que desarrolla una actividad económica». Y parte del dinero que recibe la Conferencia Episcopal del IPRF de los españoles no puede tener como destinatario a una empresa privada…