Trece TV se come los beneficios de la Conferencia Episcopal

La dentellada que la cadena de televisión Trece TV le mete a los dineros de la Conferencia Episcopal es de las que dejan huella. Nacida por obra y gracia del cardenal Rouco Varela en noviembre de 2010, sus ingresos no remontan cabeza. Con unos gastos estimados alrededor de 20 millones de euros, su caja no ha sido la esperada desde el primer momento.

En el mejor año, que fue 2015, alcanzaron la cota máxima al llegar a los 12,3 millones de euros. Pero ha habido otros cursos en los que apenas ha superado ligeramente los cuatro millones de euros. La ecuación resultante no es nada divina, ya que la suma de las pérdidas desde su alumbramiento supera los 72 millones de euros, habiendo años en los que estuvieron por encima de los once millones.

El superávit de la Conferencia Episcopal ha menguado en nueve millones con el fin de resucitar a Trece TV

Por este motivo, cada año, la Conferencia Episcopal tiene que salir al rescate para mantener viva a Trece TV. Según la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia Católica en España, el último salvavidas ha sido de nueve millones de euros. Teniendo en cuenta que el superávit de la institución religiosa fue de 19.304.396 euros, esta ‘caridad’ con la cadena de televisión ha menguado sus ganancias hasta los 10,3 millones de euros.

TRECE TV Y LA PESCADILLA QUE SE MUERDE LA COLA

El origen de Trece TV está en Popular TV o TMT. Su cuota de pantalla se queda en un 2%. Y su programación es de lo más austera. La parrilla diaria está compuesta, básicamente, de películas y series de televisión, la santa misa, un informativo, y el debate nocturno de actualidad .

En el camino se ha quedado un porcentaje importante de la plantilla, debido a la mala situación económica, a la par que programas que estuvieron encabezados por periodistas como Nieves Herrero, Alfredo Urdaci, Carlos Cuesta o María Royo. También tertulianos de su late night como Francisco Marhuenda o Alfonso Rojo.

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La pregunta es: ¿con esta parrilla se puede salvar la nave del hundimiento? Sin programas de calidad, estando ocupadas la mayoría de las horas por películas y series que nada tienen que ver con la oferta de Netflix, por ejemplo, sino que más bien recuerdan a épocas pasadas donde los western copaban las horas de la tarde, la respuesta más bien es no.

Cierto que el ahorro es considerable en cuanto a gastos, pero los anunciantes buscan contenidos atractivos en los que colocar sus productos. Ahí la competencia, por un lado, es feroz. Y, por otro, la popular frase de la pescadilla que se muerde la cola está más presente que nunca. Porque si la Conferencia Episcopal no apuesta por contenidos más atractivos, que sin duda costarán más, los ingresos seguirán estancados. Y tendrá que tirar de nuevo de chequera para no enterrar a Trece TV.