El dato está ahí: el campo necesita entre 100.000 y 150.000 trabajadores. Mano de obra que, en los últimos años, llegaba de los países del este de Europa y de Marruecos. Pero con el cierre de fronteras decretado por la expansión del coronavirus, la escasez se hace evidente. Una falta que se nota en comunidades como Andalucía, Murcia, Extremadura, Aragón y Cataluña. La contratación de parados e inmigrantes irregulares está sobre la mesa. Sin embargo, en la DO Rueda, está necesidad no es tal.
La razón de que así sea hay que buscarla en el propio campo. En concreto, en la forma en cómo está plantado el viñedo en Rueda. “El 80% de la uva se recoge a máquina, en espaldera. El porcentaje que se recoge a mano, en vaso, es menor”, señala Santiago Mora, director general de la Denominación de Origen (DO) Rueda. Cierto que, en algunos momentos, ha habido problemas de este tipo, pero han sido mínimos. “La parte del campo se desarrolla con recursos humanos de la zona. No hay necesidad de importar mano de obra”, añade.
En la DO Rueda, el 80% de la uva se recoge a máquina, y el 20% restante, con población de la zona
Todavía faltan algunos meses para que arranque la vendimia. Y, hasta entonces, la situación puede haber cambiado. De momento, la preocupación está encima de la mesa de las bodegas que forman parte del consejo regulador a pesar de los buenos resultados. “En el mes de marzo tuvimos un récord absoluto de ventas a pesar de los 15 días del estado de alarma”, apunta Santiago Mora.
De enero a marzo, la DO Rueda vendió más de 10 millones de botellas. Se trata de un 6% más respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, las ventas a hoteles, restaurantes y cafeterías, a partir de entonces, ha sido cero. “Con el canal Horeca parado, nos tiene que afectar”, reconoce el director general de la DO Rueda.
RUEDA EXPECTANTE
En 2019, la DO Rueda consiguió su récord histórico con 93 millones de botellas vendidas. Y el año había arrancado de la mejor manera posible. Las subidas antes reseñadas así lo demuestran. “Ahora estamos expectantes. Somos conscientes de que tenemos que prepararnos para trabajar con normalidad”, indica Santiago Mora.
En el lado positivo, la distribución en supermercados. Se está notando un aumento de ventas en este canal. El público ha pasado de comprar papel higiénico, y otros productos considerados de primera necesidad, a otros más de capricho. De hecho, la venta de vino ha subido un 77%. Pero no compensa la caída en el canal Horeca.
“Vamos a estar cierto tiempo en casa y no queremos perder las costumbres”, manifiesta el director general de la DO Rueda. Brindis en casa, o virtuales. “También se han disparado las ventas online. No sé si duplicado o triplicado, aunque todavía no son representativas”, añade. Y se muestra optimista porque sea una tendencia que haya llegado para quedarse.
FIDELIZACIÓN
Por lo que respecta al plano laboral, el directivo de la DO Rueda apunta a que no ha habido despidos. Si hay bodegas que han dado vacaciones, y algún que otro ERTE. “Se trata de estar preparado para cuando vuelva la normalidad. Es cuestión de tiempo”, anhela.
Rueda tiene un 40% de la cuota de mercado de vino blanco en España. Y, en la anterior crisis, creció en ventas. “Somos líderes en fidelización. Quien lo prueba se convierte en consumidor y en prescriptor”, reconoce.
Respecto a la exportación, la situación en otros países es similar a la de España, con cierre de bares y restaurantes. La DO exporta a un centenar de países que representan el 15% del total de las ventas. “El sector del vino está afectado. Cada bodega tiene su situación particular. Aventurar cómo puede acabar el año es ciencia ficción”, concluye Santiago Mora.