Por lo general, los cerrajeros tienen fama de caros y timadores, especialmente los de urgencias, o 24 horas, que vemos en multitud de anuncios. Muchos aprovechan la desesperación de las personas que no pueden acceder a sus casas porque se han olvidado la llave dentro, para cobrar una tarifa que es casi un atraco a mano armada. Pero tenemos que ser justos, no todo el gremio de cerrajeros se dedica a sablear a sus clientes, hay muchos profesionales honrados y con principios éticos. Hay algunas cosas que debemos tener en cuenta para evitar sorpresas con el cerrajero.
1PRESUPUESTO CON ANTELACIÓN
Jamás debemos contratar a un cerrajero sin pedir que nos de un presupuesto antes del servicio. Algunos querrán escaquearse diciendo que no es posible porque necesitan comprobar in situ el tipo de trabajo que tiene que hacer. Pero sí nos pueden dar un precio aproximado dentro de una horquilla entre un mínimo y un máximo. Aparte de esto, preguntaremos por teléfono si nos van a cobrar algún extra como urgencia, desplazamiento, festividad, nocturnidad… así podremos hacernos una idea del precio final. Una vez que el profesional esté presente en el edificio y haya comprobado el tipo de puerta y de problema, es recomendable preguntar de nuevo el precio para tener una doble confirmación. Si varía mucho del precio inicial que se nos indicó, podemos rechazar el servicio.