sábado, 14 diciembre 2024

Repsol hará «los cambios necesarios» en Venezuela, pero mantendrá la actividad

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha asegurado que el grupo llevará a cabo «todos los cambios que sean necesarios» en Venezuela, aunque ha señalado que la intención es mantener la actividad «sin incrementar» la exposición al país, que ya a finales de 2019 se ha visto recortada hasta los 239 millones de euros.

En una conferencia con analistas para presentar los resultados del ejercicio 2019, Imaz señaló respecto a la actual situación en Venezuela, sobre la que existe además un estrechamiento en la vigilancia por parte de Estados Unidos a las empresas que realizan actividades en el país, que «el principal objetivo» pasa por garantizar la seguridad de los trabajadores de la compañía allí.

No obstante, afirmó que la intención de Repsol es mantener la actividad en Venezuela, aunque, eso sí, cumpliendo «con las leyes y los reglamentos» en los distintos países en los que el grupo está presente y haciendo «los cambios que sean necesarios».

Asimismo, indicó que el objetivo es que en este 2020 Venezuela «sea neutral» en ‘free cash flow‘ para el grupo, después del esfuerzo en recortar la exposición llevado a cabo en los últimos años.

Imaz cifró la producción del grupo procedente de Venezuela en unos 50.000 barriles diarios, de los cuales unos 20.000 provienen de Petroquiriquire y los restantes 30.000 de gas de Cardón.

Además, el consejero delegado de Repsol anunció la presentación de la nueva estrategia del grupo a 2025, tras el compromiso presentado el pasado mes de diciembre de ser una compañía cero emisiones neta en 2050, para el próximo 5 de mayo.

INCREMENTO DE LA GENERACIÓN DE CAJA HASTA LOS 6.700 MILLONES

No obstante, Repsol adelantó algunas de sus previsiones para este año, en el que prevé un incremento de su flujo de caja operativo del 15%, hasta los 6.700 millones de euros, frente a los 5.837 millones de euros alcanzados en 2019.

De esta manera, la compañía aumentará la solidez en su generación de caja, clave para proseguir en sus compromisos de descarbonización a 2050 y mantener su política de retribución, que para 2020 incluye proponer a la Junta General de Accionistas una mejora adicional a través de la amortización del 5% de su capital social.

A este respecto, Imaz, reafirmó el compromiso del grupo con su propuesta de un dividendo de un euro en 2020, con un incremento del 5%, así como esa mejora adicional a través de la amortización de títulos.

MAYOR INVERSIÓN EN ‘DOWNSTREAM’ QUE EN ‘UPSTREAM’

Por otra parte, el grupo prevé unas inversiones de 3.800 millones de euros para este año, de los cuales la cifra destinada al ‘Downstream’ -1.900 millones de euros- superará al ‘Upstream’, con 1.800 millones de euros.

Imaz enmarcó este mayor peso del ‘capex’ en el ‘Downstream’ en el cambio de rumbo de la compañía hacia la descarbonización a través del cumplimiento de los acuerdos de París.

En lo que respecta al Ebitda a coste de reposición (CCS) estima que se sitúe en los 7.800 millones de euros, con un incremento del 8% frente a 2019.

La deuda neta, tras cerrar en 2019 en los 4.220 millones de euros tras repuntar en 781 millones de euros, el grupo prevé que se recorte en 2020 en un 16%, hasta los 3.500 millones de euros.


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