El delantero del Athletic de Bilbao Iñaki Williams visitó en la noche de este lunes el plató de El Hormiguero, donde encontró hueco entre broma y broma con Pablo Motos para tocar un tema serio y delicado que ha sido, por desgracia, noticia durante estos últimos días. El jugador se desenvolvió con desparpajo y humor durante toda la entrevista, y además, habló también con seriedad y valentía sobre los ataques racistas que vivió el pasado 25 de enero.
Ese día, Williams sufrió comentarios vejatorios en el estadio del Espanyol, lugar donde un grupo de personas le insultó por su color de piel. Sucesos como este se repitieron recientemente. En concreto, este domingo el delantero del Oporto Moussa Marega tuvo que soportar insultos racistas en el estadio, razón por la que decidió abortar su participación en el partido y salir del campo.
En cuanto al suceso de Williams, después de que Pablo Motos le dijera: «Unos indeseables te dedicaron insultos racistas», el presentador le preguntó: «¿Estos insultos han sido algo puntual o te pasa de vez en cuando?«. El jugador decidió responder de forma muy respetuosa y sosegada, acabando por hacer un alegato: «Tenemos que educar a los chavales más jóvenes, porque los niños imitan a los adultos». El futbolista aclaró que «es Iñaki Williams y, al fin y al cabo, le da igual lo que le digan cuatro tontos», por lo que no se mostró demasiado rencoroso o colérico.
Al contrario, el del Athletic de Bilbao quiso trasladar el problema a pie de calle, haciendo hincapié «en la gente que viene a buscarse el pan para comer y ayudar a sus hijos». «Meterse con esa gente no es de recibo», explicó el futbolista, viniendo a decir que son los más humildes y los recién llegados a los que les toca sufrir la peor parte. Williams también se abrió a Motos contando su historia personal durante el programa. Explicó que, aunque él ya nació en Bilbao, sus padres marcharon de Ghana y cruzaron el desierto para trasladarse a España, estando su madre embarazada.
IÑAKI WILLIAMS DEFIENDE A LA AFICIÓN
Sobre lo acontecido en el campo del Espanyol, el jugador le quitó hierro al asunto y defendió al resto de la afición que no se comporta de esta forma: «Voy a decirlo ahora que tengo la oportunidad de que me está viendo la gente: no fue toda la afición del Espanyol, fueron 12 o 15 impresentables que, en vez de ir al campo a animar a su equipo, van a insultar».
Las declaraciones de Williams cobran mucho sentido en un momento en el que se ha comprobado que estos sucesos racistas no son tan anormales. El delantero Moussa Marega tuvo que abandonar el partido en el minuto 68 del Oporto – Vitória de Guimarães de este domingo. Durante 3 minutos de máxima tensión, el futbolista decidió salir del terreno de juego pese al apoyo de sus compañeros y del equipo rival, respondiendo con los pulgares hacia abajo y dirigiéndose a los vestuarios.
