El equipo de gestores de ATL Capital tiene menos peso en España que en Europa porque en la Bolsa española (en concreto, en el Ibex 35) pesa mucho el sector financiero. La situación “es complicada” porque el sector no crece. Por ello, no ven cuál es el catalizador para que la banca tenga un comportamiento bueno este 2020.
Los bancos hablan de lo que van a subir las comisiones, pero no tienen margen con los tipos de interés actual. Y en opinión de la gestora, deberían de fusionarse, cerrar oficinas y recortar plantilla, aunque no parece que vaya a suceder. Por ello, entienden que, si suben las comisiones, los clientes se concentrarán en un banco y cerrarán cuentas.
Según explicaban durante la presentación de sus perspectivas anuales, en este escenario, los Bancos Centrales han sido un motor importante por dar al mercado abaratamiento de créditos financieros y liquidez. Sin embargo, la situación actual se encuentra en un impasse. En Estados Unidos hay margen de bajada, pero en Europa no y su pronóstico es que el entorno de tipos bajos está aquí para quedarse y puede hacerlo hasta 4 años. Ahora, se pueden implementar políticas de carácter fiscal.
LAS EMPRESAS CRECEN POCO
ATL Capital destaca que las empresas ya no pueden crecer a ritmos altos y alerta de que las americanas se han apalancado más que las europeas. “En un entorno donde parece que EEUU es el oasis financiero, resulta que las empresas pequeñas llevan perdiendo 3 años seguidos” y sus cuentas “no están tan sanas”. Pero en 2019 las grandes se han comportado mejor.
A su parecer, ver cuánto crece una empresa (en beneficios) es el indicador más importante para ver la Bolsa. Actualmente, está en la zona del 5-6% pero las empresas del Ibex crecen menos que en Europa en general. Sin embargo, no consideran que sea por la situación política.
De hecho, tienen claro que España seguirá creciendo “a un ritmo, más o menos”. Pero hay “demasiados miedos” a las cosas que pensamos que van a suceder y después no suceden. Pero España “es un buen país y siempre avanza a pesar de los políticos”.
CREDIBILIDAD
En este contexto, señalan que la palabra clave que va a marcar el mercado de deuda es “credibilidad”. Entendida como que el proyecto del nuevo Gobierno tenga credibilidad en Bruselas y los mercados financieros internacionales.
Algo que se comprobará a lo largo del año en las subastas del Tesoro. Ya que en los últimos 8 años nunca ha habido ningún problema en colocar deuda española y creen que ahora tampoco va a haberla. Además, la prima de riego se ha mantenido estable en estos años pese a los cambios de Gobierno.
A la gestora solo les gusta la deuda soberana como activo refugio. “Si nos vamos al escenario más peligroso (la recesión) la deuda pública actuaría como refugio, con lo cual en nuestra cartera modelo tenemos un peso significativo de renta fija con ‘high yield’ y bonos de mercados emergentes”.
De hecho, lo que se ha vivido en la segunda quincena de enero con los efectos del coronavirus en la economía global es “el típico ejemplo” de algo que se va a ver en más de una ocasión en momentos de pánico y donde el activo refugio sigue siendo la deuda pública, los bonos soberanos. Ya que son los únicos activos que en teoría descorrelacionan aunque los tipos sigan muy bajos.
Con respecto a este virus, el desconocimiento es alto, pero tomando como antecedente lo que ha ocurrido con otros virus, las caídas suelen entre el 5% y el 15% en el peor de los casos.
17 AÑOS EN PIE
A nivel personal, los de ATL consideran que tras 17 años en pie, han alcanzado un punto de solidez que les permite ser libre de su destino. “Es cierto que hay un proceso de concentración en el sector, nosotros lo que vamos a hacer es lo que más le interese a los clientes, trabajadores y socios”.
No tienen cerrado ningún compromiso con nadie, pero tampoco lo descartan. “Dentro de 6 meses puede ser o no, entra dentro del juego”.
Finalmente, respecto a las sicavs señalan que lo que están haciendo es “esperar y ver”. Desde hace años no la recomiendan porque a nivel político todos los grupos presentaron modificaciones para la tributación de las mismas. Y están a la espera de ello. Así, si se modifica su fiscalidad se podrá disolver, transformar o mudarse.