Claves para sobrevivir en los grupos de WhatsApp

Las nuevas tecnologías nos han solucionado la vida en muchos aspectos, tanto generales como específicos. Y qué decir de WhatsApp. Desde su aparición, la aplicación ha ayudado a la democratización de la comunicación gracias a su existencia completamente gratuita.

Por tanto, podemos afirmar que la tecnología nos ayuda a organizar y solucionar algunas de las situaciones que se nos pueden presentar en la vida. Sin embargo, no es oro todo lo que parece y, debido a usos no demasiado prácticos, también nos puede dar algún que otro dolor de cabeza.

A día de hoy, usamos la app de comunicación para estar en continuo contacto con todo el mundo. Los grupos, en los que varias personas estamos metidas para interactuar a la vez, son buen ejemplo de ello. A veces son muy buenos, pero, otras veces, desearíamos olvidarlos. Descubre cómo puedes sobrevivir a ello con algunas valiosas claves.

Poned un tema para el grupo de WhatsApp (y respetadlo)

tema del grupo WhatsApp

Todo grupo de WhatsApp que se crea cuenta con un propósito. Puede ser el grupo de clase, el del colegio de los niños, el de esos amigos que hace años que no se ven…

Sea cual sea el propósito del vuestro, lo primero que debes hacer es decir que se defina el tema al que estará dirigido e intentar no salirse de él en la medida de lo posible. Por ejemplo, si es el grupo de la escuela de tus hijos, intenta no hablar por ahí ofertando tus servicios como pintor a domicilio. Eso podría considerarse por el resto de participantes como spam.

En caso de que sean los demás quienes lo hagan, deja claro que no te hace ninguna gracia y recuerda el verdadero propósito del grupo. Entre todos, podréis contar con una mejor convivencia y armonía.

El administrador debe ser una persona responsable

administrador del grupo

Todo grupo debe tener un administrador que es el que lo ha creado. Ahora, además, después de algunas actualizaciones, ese administrador puede nombrar a otros para que «gobiernen» con él.

Bien, aquel que haya creado ese grupo de WhatsApp debe responder por él. Si lo ha creado, es porque debe haber visto que era necesario en algún momento. Por ello, debe hacerse responsable de lo que ocurra dentro del mismo. Debe ser una persona a la que poder quejarse en el caso de que algo no nos guste, y viceversa.

Por ello, se le podría considerar como el «dueño» del grupo. Esa persona a la que habría que hacer caso en el momento en que destaque algunas normas para el correcto funcionamiento del mismo.

Prohibid las conversaciones en subgrupos

conversación grupos WhatsApp

Lo malo que tienen los grupos de WhatsApp es que se nos pueden acabar yendo de las manos. Por ello, lo mejor es no dejar que se creen conversaciones aparte.

Ya sea el grupo entre personas desconocidas (padres de niños) o de amigos (esos que llevan tiempo sin verse), lo mejor es destacar la importancia de no hablar en subgrupos dentro de la misma conversación que tenéis todos, ya que se podría perder el tema para el que se ha creado el grupo de forma inicial.

En este caso, el administrador debe avisar que, en el caso que dos personas se lleven mejor o quieran hablar de algo ajeno al grupo, deberán abrirse una conversación privada aparte para debatir sobre sus propias cuestiones.

No tienes por qué responder a todos los mensajes

no responder a todo

Tenemos la mala costumbre de habernos convertido en esclavos de nuestros móviles.

En el momento en el que nos llega un mensaje de WhatsApp, tendemos a responderlo de forma inmediata, sepamos o no la respuesta a la cuestión que se nos plantee. En un grupo, esto debemos evitarlo lo máximo que podamos.

Cuando entre una pregunta a algún miembro del grupo específico, no hace falta responder algo por el simple hecho de responder. De hecho, esto podría perjudicar dejando el mensaje inicial en una especie de limbo que nadie verá.

Evita el pasar imágenes o archivos

evita enviar archivos

Todos sabemos el peligro de compartir imágenes a través de un grupo de WhatsApp.

Por muy tiernas que nos parezcan, lo mejor es evitar enviar fotografías o cualquier otro tipo de archivo. Mucho más, si en realidad no conocemos a la perfección a las personas que también, junto con nosotros, forman parte de ese grupo.

Además, en el momento en que pasemos una, la gente tenderá a enviar las suyas propias. Por ello, el tema del grupo se puede volver a diluir de un momento a otro.

Lee bien antes de preguntar

leer antes de preguntar

Aquellos que no tenemos demasiado tiempo para leer bien todos los mensajes de WhatsApp, tendemos a tener una mala costumbre.

Solemos echar un vistazo al grupo y, antes de pararnos a entender de forma detenida, preguntamos enseguida qué ocurre o pedimos un resumen de lo que anteriormente otros han estado hablando. No lo hagas.

Si se ha pasado a hablar de otra cosa es porque ese tema ha quedado zanjado. Por ello, lo mejor es buscar los mensajes, leerlos con detenimiento y entenderlos y, después, en caso de no entender algo, preguntar. Pero nunca antes de haber hecho esto.

No uses demasiados emoticonos

emoticonos WhatsApp

Los emoticonos están muy bien para algunas situaciones diarias o humorísticas. Pero no en según qué grupos de WhatsApp.

Por ejemplo, hay personas que todo lo dicen a través de ellos o acompañados siempre con una cara o una representación de la palabra que acaban de poner. Ocupa mucho espacio y no es para nada necesario. No es obligatorio no ponerlos, por supuesto. Sirven para crear un ambiente distendido. Lo importante es no pasarse.

No hace falta que los utilices en todas las frases. Puedes ponerlo tan solo en aquellas que veas oportuno, sin exagerar. De otro modo, cuando escribas puede que ni siquiera se molesten en leerte. O viceversa.

Estableced unas normas que deben cumplirse

normas grupo

Desde el primer momento en el que creéis el grupo de WhatsApp, tenga la finalidad que tenga, lo ideal es establecer unas normas de convivencia.

Si desde el principio el administrador intenta dejar claro el fin con el que se ha creado el grupo y qué se espera de él, es mucho más probable que los participantes no se vuelvan locos y haga cada uno lo que le apetezca en el momento.

Es importante intentar asentar unas bases claras para ayudar a la convivencia entre los presentes y que el grupo no se acabe yendo de las manos.