Montebalito potencia su apuesta por las energías renovables. La constructora ha decidido probar fortuna en el negocio de la distribución de electricidad a través de su propia comercializadora. Así, el pasado 9 de enero inscribió en el Registro Mercantil una compañía con el nombre de Fontanil Solar, que controlará a través de MTB Ren, que viene del acrónimo de Montebalito Energías Renovables. La filial nace con el objetivo social de la «producción y comercialización de electricidad mediante instalaciones que utilicen fuentes renovables».
La inscripción de la filial supone un nuevo enfoque del negocio y un paso más en la estrategia de la constructora. Hasta ahora, la compañía que preside Félix Abánades no se había aventurado en la comercialización, al menos desde que prácticamente se abandonó Meridional Solar, pero si se había expandido en los distintos procesos que configuran el negocio de la energía solar. Aunque la desmesurada actividad en el sector le ha llevado a la compañía a dar el paso, al igual que han hecho otras muchas.
Así, la actividad de MTB Ren, que nació en 2006 para desarrollar a través de ella el negocio de las energías renovables, se enfocaba en tres pilares: en primer lugar, el de promoción y desarrollo, que se enfoca en soluciones para las mejoras y avances en los parques de energías renovables especializándose en la construcción de parques fotovoltaicos. En segundo lugar, intermedia en las exigencias que nacen entre suministrador, constructor y promotores. Por último, el mantenimiento de las plantas propias y de terceros.
Para ello, cuelgan de dicha firma una serie de filiales tanto nacionales como extranjeras en un difícil entramado societario que abarcan toda la producción que genera. En el territorio español, cuenta con cerca de 12 parques de producción fotovoltaica distribuidos por distintos territorios, tanto propios como ajenos. Entre ellos, destacan por su tamaño el de Villabrázaro (Zamora) que cuenta con cerca de 30.000 paneles y que genera una potencia para casi 3.000 viviendas. También el de Taracena (Guadalajara) o de La Carolina (Jaén) con casi 12.000 paneles instalados. Así, entre propios y ajenos suma más de 150.000 paneles solares en gestión.
Además, cuenta con proyectos propios en el extranjero. Mantiene los parques fotovoltaicos de Poggio 1, 3, Anzi y Piano, en Potenza, Basilicata (Italia). Entre los que suman una potencia para abastecer a más de 5.000 viviendas, según indica la propia compañía. También posee desarrollos en Chile o México, donde la energía solar ha ganado mucho peso en los últimos años.
Todo ello, le ha permitido mejorar sus resultados en los últimos años de su matriz de renovables. De hecho, desde 2015 ha multiplicado por 14 sus beneficios, hasta superar en 2018 los tres millones de euros. Unas cifras, y una actividad en expansión, que le están permitiendo recuperar aire en bolsa, después de que el sector de la construcción haya parado en seco en los últimos meses. De hecho, en lo que va de año la firma supera las dos cifras de rentabilidad, después de despegar con fuerza en enero. Aunque todavía queda lo más difícil, materializar económicamente, más todavía, situarse en lo alto de la ola renovable en España.