La moda por el pan se ha convertido en un negocio en auge. Motivo por el cual las grandes empresas del sector mueven ficha para colocarse en mejores posiciones tras la salida de algunas como Cerealto Siro Foods. Bimbo dio el primer gran paso al reconocer sus errores. Y, ahora, Vicky Foods (antigua Dulcesol) se ha metido en la lucha. Pero las posiciones dependen, precisamente de eso, de los movimientos estratégicos y del momento en el que se han hecho.
El primer gran movimiento en el sector lo dio el interproveedor de Mercadona. En 2018, las empresas Siro y Cerealto han llegado a un acuerdo para su integración en un mismo grupo alimentario multinacional, Cerealto Siro Foods. El nuevo conglomerado decidió desinvertir en las categorías de bollería y pan, con la venta de estos negocios y, específicamente, de las fábricas de bollería ubicadas en Briviesca (Burgos), El Espinar (Segovia), Navarrés (Valencia) y Medina del Campo (Valladolid), así como las de Pan en Antequera (Málaga) y Paterna (Valencia).
Y Bimbo aprovechó la ocasión. Tras anunciar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en octubre de 2019 la compañía acordó la compra de la factoría y el negocio de pan de molde de Paterna a Cerealto Siro Foods, pasando Bimbo de esta forma a ser interproveedor de Mercadona. De nuevo, la compañía se mete de lleno en la estrategia por liderar el sector del pan. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha autorizado en primera fase la adquisición.
Esta vez, la decisión tiene más sentido gracias a la posición de privilegio de ser proveedor de la marca Hacendado de Mercadona. Compra que encaja con su misión para 2020, consistente en “transformar la industria de la panificación y expandir nuestro liderazgo global para servir mejor a los consumidores”, según se desprende de la auditoria de sus cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
Es más, Bimbo actualizó su Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) pasando de la Fabricación de galletas y productos de panadería y pastelería de larga duración (1072) a Fabricación de pan y de productos frescos de panadería y pastelería (1071).
Años antes la jugada no salió tan bien. En 2015, Bimbo compró Panrico por 190 millones de euros, aunque la operación no se hizo efectiva hasta el año siguiente al necesitar el visto bueno de Competencia. Bimbo se vio obligada a vender la división de pan molde de Panrico ya que el grupo mexicano contaba con sus propias marcas de este producto. Así, se vendió a Adam Foods (propietaria de Cuétara) las marcas de la división de pan. Con Panrico dejó de lado el pan y se dedicó más a la bollería a través de Bollycao, Donettes, Donuts, Eidetesa y La Bella Easo.
Y recientemente, Vicky Foods, antigua Dulcesol, ha anunciado que invertirá este año cerca de 40 millones de euros en la adquisición y puesta en marcha de tres nuevas líneas destinadas a la producción de pan. Dos de ellas se enfocarán a la elaboración de pan molde, mientras que la tercera se centrará en la elaboración de pan de hamburguesa y hot dog e iniciará su actividad en marzo.
PROBLEMAS PARA BIMBO
Esta estrategia podría ayudar a Bimbo que en 2018 traspasó su facturación a la filial Bimbo Donuts Iberia por “la notable disminución de las partidas de balance y cuentas de explotación”, según su auditoría. Asimismo, se produjo una unificación de las condiciones comerciales.
Así, la facturación de Bimbo Donuts Iberia alcanzó los 365 millones de euros en 2018, un 96,6% más que en el ejercicio anterior, derivado de la fusión de ambas sociedades, según las cuentas del Registro Mercantil recogidas por Insight View. Por otro lado, la compañía registró 43,3 millones de euros de pérdidas debido principalmente a deterioros registrados en las participadas por importe de 16,9 millones de euros y costes de reestructuración habidos en el ejercicio.
Por su parte, los números rojos de Bimbo (por separado) ascendieron a 69,1 millones de euros de pérdidas en 2018. Se trata del peor resultado de la última década. Desde la compra de Panrico en 2016 acumula pérdidas superiores a 100 millones de euros.
En el caso de Vicky Foods, la facturación es muy parecida. El Grupo Dulcesol cerró 2018 con una facturación consolidada de 335 millones de euros, lo que representa un aumento del 3% en relación a la cifra del año pasado, y una producción de 150.400 toneladas.